El Virus Chino que detuvo el mundo, se dio a conocer a finales del año 2019 y entró con fuerza a Europa desde el mes de enero del año 2020. Miles de casos positivos, cientos de muertos diarios, la OMS (Organización Mundial de la Salud) dando recomendaciones por doquier ¿Y el Presidente Duque? Bien gracias.
Se recomendaron cierres y no más vuelos internacionales, el virus llegó a los Estados Unidos en febrero, estábamos muy próximos a ser los siguientes y se clamaba para no recibir vuelos provenientes de España e Italia (fuentes de la pandemia en esos días), hasta que el Presidente Duque, por fin sale a dar su parte de tranquilidad: “todo lo tenemos controlado” ¡Falso! ¡Mentiroso! La realidad pasaba por rescatar la empresa de la cual su hermana era la Vicepresidente: Avianca, que con cielos cerrados, quedaría próxima a su quiebra.
Ante la inactividad del ejecutivo, salieron a relucir sus opositores políticos; Claudia López tomó la bandera para la protección del país, y hasta hace declaraciones sobre su decisión de cerrar el Aeropuerto Internacional, pero como ella es otra experta en hablar y no actuar (digna representación de un líder de izquierda), tampoco hace nada y el virus, finalmente, llega a Colombia en el mes de marzo.
¡YA ESTÁ AQUÍ!
Miremos que se aplicó, basados en la experiencia de los países que han luchado en contra de ese virus por más de tres meses. NADA, no se aprovechó el tiempo en preparar al sistema de salud, no se aprovechó el tiempo para organizar protocolos de bioseguridad, no se aprovechó el tiempo para minimizar el impacto social y mucho menos se aprovechó para tener un plan de acción para proteger la economía del país. Claudia López (Alcaldesa Mayor de la ciudad de Bogotá), Aníbal Gaviria (Gobernador de Antioquia), Daniel Quintero Calle (Alcalde de Medellín), Jorge Iván Ospina (Alcalde de Cali), que tampoco habían hecho nada, deciden cerrar sus ciudades y departamentos. El Presidente Duque, se pellizca y entiende que se le salió de las manos la pandemia, se lleva el premio mayor a la chambonería: “Cuarentena preventiva en todo del país”.
¡Ya valió madres! El país se fue en picada, la economía colapsó, el desempleo se disparó, las empresas cerraron; la guerra contra el COVID-19 llegó acompañada de sus lugartenientes: Fobos y Deimos, y el hambre comenzó a rondar por miles de hogares colombianos ¿Cuál fue la respuesta del Presidente Duque? Regalarnos su apreciada imagen todos los días de 6 a 7 de la noche, en cadena nacional, en el programa Prevención y acción.
LA VACUNA
Las principales farmacéuticas del mundo comenzaron a desarrollar sus planes para la creación y posterior producción de la vacuna que ¡Salvará al mundo! Los Estados Unidos le pone en el mes de abril, un cheque a Pfizer por 2.000 millones de dólares; le pone otro cheque de 4.000 millones de dólares a AstraZeneca; le pone otro cheque de 4.000 millones de dólares a Moderna, para que construyan laboratorios, contraten personal 24/7, y hagan lo que esté dentro de sus posibilidades para desarrollar en tiempo récord una vacuna. La situación es muy grave y necesitamos volver a la normalidad, por ello, los países europeos, hacen lo mismo y comienzan a financiar a las farmacéuticas, incluso comienzan a comprar vacunas que no han sido siquiera desarrolladas, pero, un “honorable miembro de la OCDE” (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), conocida coloquialmente como el club de los países ricos, dice, “Nosotros no podemos hacer eso. Se necesita una ley que nos permita destinar recursos para esos fines”… Adivinen ¿En qué país ocurrió eso?
Mientras los países que proyectaron la situación, hacían contratos con todas las farmacéuticas, Colombia le apuesta sólo a AstraZeneca en el mes de mayo. La OMS para ese mes, mencionaba que era el proyecto más adelantado de todas las posibles vacunas, y nuestro gran prócer, apuesta todas sus cartas a ese laboratorio.
Aparecen las vacunas por fin en noviembre, pero no fueron las de AstraZeneca, fueron las del laboratorio Pfizer y como todo negocio, porque no se puede dejar de lado que es un negocio, los despachos se realizan por orden de pedido ¡Oh sorpresa! Colombia no tenía ningún contrato o acuerdo con Pfizer, así que no figuraba en ninguna parte de la lista de clientes a los cuales se les debe entregar el producto.
¡VUELVE Y JUEGA!
Colombia necesitaba otro decreto para poder hacer un acuerdo con Pfizer. Indigna que sean tan miopes de no prever esa situación y tener toda la reglamentación lista en un país santanderista, por si la alternativa principal fallaba. Así que mientras otros países vacunaban, aquí expedían decretos para hacer una negociación por las vacunas con el Laboratorio Pfizer.
Para hacer ver que estaban actuando diligentemente, le solicitaron a la farmacéutica la información sobre la vacuna en el mes diciembre del año 2020, para que nuestro todopoderoso INVIMA (Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos), le pudiera dar autorización para su aplicación en el territorio nacional ¡Nos creen muy tontos! El INVIMA no tiene poder de investigación al nivel de la FDA (Food Drugs Administration) de los Estados Unidos, la cual, ya había aprobado de manera condicional, por la urgencia manifiesta, el empleo de ese medicamento en los Estados de la unión; aquí sólo buscaban ganar tiempo mientras pagaban a Pfizer por el producto, y además, se leyeron y analizaron las 6.000 páginas de la investigación y desarrollo de la vacuna, en un tiempo de 4 días.
El contrato se firma en diciembre y el primer lote de vacunas llega el 15 de febrero del año 2021, ocupando el penoso puesto de ser el antepenúltimo país de Suramérica en recibir las primeras dosis, ¡hasta Venezuela nos ganó!, pero el chiste no termina allí, llega una especie de “muestra” de simplemente 50.000 dosis, con las cuales, sólo se inoculan a 25.000 personas en un país de 50 millones de habitantes.
QUE TRISTEZA…
… Ver a todos los medios de comunicación y al presidente, “Modo Tatto” diciendo “El avión, el avión”. La Banana Republic en la cual vivo, hizo cubrimiento especial, a un vuelo de avión. Desde que despegó hasta que llegó al Aeropuerto Internacional El Dorado, todos los medios de comunicación se enlazaban para ver un contenedor al cual se tocaron el Himno Nacional; hubo lágrimas y abrazos, el ejército escoltó el producto que sería despachado por todo el país, eso sí, se les olvidó el departamento que tiene la mayor crisis debido a la cepa brasilera del coronavirus: Amazonas, para allá, cero dosis.
Bueno, somos los últimos, pero, ¿todo está listo para la vacunación masiva?, pues fíjese que no; el primer día de vacunación se tomaron 500.000 fotos y se aplicaron 18 dosis –a ese paso la población colombiana terminará de recibir la primera aplicación para el año 9.631–. Pero demos el beneficio de la duda, era el primer día y se necesitaban más las fotos para entretener a la galería.
Las pocas dosis llegan a cada uno de los municipios y allí, los mandatarios locales, comienzan su propio Show. El Alcalde de Medellín le toma la mano a la primera persona que recibe la vacuna en su ciudad; el Gobernador del César, lo ponen a cargar el contenedor con las vacunas, pero como había pocos periodistas, le dicen que se devuelva a la zona de espera y que ellos le avisan cuando salir para que lo aplaudan y le tomen fotos; la vacunación en Cali se detiene, porque el Ministro de Justicia, el cual es abogado, no había llegado aún al hospital para comenzar el protocolo; el gabinete de Gobierno en pleno “plan de austeridad”, va por todo el país a retratarse con las cajas de vacunas en los sitios donde comienza el proceso.
PARA FINALIZAR
Bueno, basta ya de tonterías, ¡vamos con toda!, pues no; al día 23 de febrero, 8 días después de entregadas las vacunas en el Aeropuerto Internacional El Dorado por parte de Pfizer, sólo se han aplicado 38.000 dosis y ya se robaron 4 de ellas en la ciudad de Armenia.
Para el día 20 de febrero, llegaron al país otras 192.000 vacunas de la farmacéutica china Sinovac… Pero, ¿dónde están? En un contenedor en la aduana en Bogotá, ya que para el 23 de febrero (fecha en la cual se escribió este artículo), el Ministro de Salud dice que aún no se ha expedido el decreto para la distribución de ese nuevo lote.
En pocas palabras, y disculpen mi grado de indignación: ¡Estamos cagaos, sin agua, con el balde roto y las uñas largas!
Presidente Duque, al menos hacé una buena y tené responsabilidad con la salud de tus compatriotas, y hacé también realidad el nombre de tu talk-show vespertino: “Prevención y Acción”.