En Colombia, la mayoría de los jóvenes entre los 18 y 30 años viven en zonas con altos niveles de dificultades socioeconómicas, inseguridad y pocas alternativas de empleo formal. Estos contextos sociales de escasez representan una potente (aparente) barrera para que los jóvenes puedan desbloquear su máximo potencial.
Sin embargo, el contexto no es una excusa para no lograr desbloquear nuestra mejor versión, sino un reto que ayuda a forjar el carácter frente a la vida. Existe una famosa historia que se cuenta a los estudiantes de primer año de Administración de Empresas: la historia del zapatero.
Cuenta la leyenda que un par de consultores británicos fueron enviados a África para hacer un estudio de mercado por una gran zapatería para abrir sucursales en ese exótico continente. Pasados unos días, los consultores se dan cuenta de que los africanos no usan zapatos, ante lo cual ambos consultores llegan a conclusiones diametralmente opuestas: mientras el primero escribe a su empresa que en África no hay potencial, puesto que nadie usa zapatos, el segundo con gran alegría les avisa que esa zona ofrecía gran potencial de negocios, precisamente porque nadie usaba zapatos.
Esta historia es la que describe la visión ante la vida de los jóvenes de alto potencial en contextos de escasez. Mientras la gran mayoría de jóvenes prefieren actuar como el primer consultor, excusándose en el contexto para no ser su mejor versión, unos pocos jóvenes asumen una posición decididamente optimista, viendo las circunstancias bajo las que viven no como una barrera, sino como un trampolín al éxito. Los jóvenes debemos afrontar la realidad tal y como es, no excusándonos en nuestras condiciones de vida o en la escasez real de recursos en la que vivimos. No. Debemos afrontarla viendo más allá de lo que los demás ven. La clave del éxito radica en la capacidad que tiene una persona de tolerar el éxito de los demás, abandonar la envidia y el resentimiento, y cooperar con estos para mejorar sus propias condiciones de vida. Se trata de jugar un juego de ganar-ganar, es decir, colaborar con otras personas, aportarles valor y obtener recompensas en ese camino sin dañarlas.
Para la mayoría de los jóvenes de alto potencial en contextos de escasez, el éxito no es algo imposible, pero si algo invisible. De allí la importancia de conocer las ideas de la libertad, pues estas hacen visible el éxito para todos, y una vez visible, todas las acciones se encaminan hacia él.
Si eres un joven de alto potencial en un contexto de escasez, no pierdas la fuerza de salir adelante. Ve las dificultades como oportunidades de fortalecerte, ve tu contexto como el consultor número dos y ve oportunidades allí donde los demás solo ven problemas. Recuerda esta frase de Winston Churchill: “Soy optimista. No parece muy útil ser otra cosa”.