El economista Roberto Cachanosky desarma el relato oficial de “emisión cero”, una de las banderas que el presidente Javier Milei enarbola como garantía de que el plan económico funciona. “El tema de la emisión monetaria se empezó a ver claramente a partir de abril”, reseña el economista liberal.
“Ya en marzo –agrega– se comenzó a notar que la base monetaria no estaba congelada. Esto significa exactamente lo opuesto al proyecto económico que presentó Milei, quien había dicho meses atrás que «al quedar congelada la base monetaria se aumentaría la demanda de moneda y esa moneda iba a tener que salir de los dólares que la gente tiene en el colchón»”.
Simplificando, explica Cachanosky: “Si la gente quería tener más moneda en el mercado, iba a tener que usar los dólares que tiene debajo del colchón y ahí se iba a ir dolarizando la economía hasta que el peso perdiese relevancia, y así podían cerrar el Banco Central”. Cerrar el BCRA (Banco Central de la República Argentina) fue uno de los propósitos que más impulsó Javier Milei cuando era candidato.
En una entrevista con Visión Liberal y El Bastión, el economista se unió a otras voces de alarma que se encienden en torno a los resultados de la política económica, a la que muchos le empiezan a ver demasiados puntos flacos.
Como economista sigo los datos todo el tiempo, y ahí se advierte claramente que a mediados de marzo se dispara la expansión de la base monetaria y se llega al punto en el cual tenemos un aumento del 95 % en el primer semestre del año de la base monetaria contra el 86 % de todo el año 2023 que emitió Massa que, por cierto, no fue un ministro de economía brillante, ni tuvo disciplina monetaria, ni disciplina fiscal.
Y agrega:
Se dice que la emisión es porque el Banco Central compra dólares, entonces ahí hay un problema que es que esta política es totalmente anti-liberal porque obliga a los exportadores a mandarle los dólares de sus exportaciones al Banco Central, ¡y encima a un precio menor del mercado! O sea, un Gobierno que se dice liberal, lo que está haciendo es decirle al exportador: «Los dólares que te dio Hans en Alemania por la soja o el trigo que le mandaste, me los das a mí, me los tienen que traer al Banco Central. Yo te voy a pagar con estos pesos que nadie quiere y con un tipo de cambio menor al que cotiza en el mercado». Esto sería más de lo mismo en cuanto a las políticas económicas intervencionistas aplicadas por los últimos Gobiernos, en las antípodas ideológicas de este.
¿Y cómo compra el BCRA esos dólares? Con emisión monetaria, para luego decir: «bueno, eso no genera inflación». Sí, genera inflación como cualquier otra cosa.
Concluye:
Se dice una gran estupidez cuando se insiste con que la emisión de moneda para comprar dólares no genera inflación. La inflación surge de la emisión monetaria cuando la oferta de moneda (la cantidad de moneda ofrecida en el mercado) supera la demanda. O sea, hay una cantidad mayor de pesos circulando contra bienes y servicios que no crecen; y si la gente los quiere retener en el bolsillo (atesorar esos pesos), también genera un proceso inflacionario.
Si se emite porque se compran dólares, por el déficit fiscal o porque se financia al sistema financiero con una corrida, es indistinto. Los pesos son pesos. La persona que recibe pesos no pregunta «¿estos pesos que me dieron se emitieron por dólares, se emitieron porque había déficit fiscal o se emitieron para cubrir una corrida financiera?» Si la gente quiere pesos, no le importa cómo es que fueron comprados.
NOTA:
La versión original de esta entrevista apareció por primera vez en nuestro medio aliado Visión Liberal.
