Luego de que el presidente Iván Duque manifestara a mediados de agosto del presente año, sobre los intereses del Gobierno del presidente Nicolás Maduro para adquirir misiles de mediano y largo alcance a su amigo país de Irán, se ha encendido la alarma de preocupación en Colombia.
CONTEXTO
La relación entre estos dos países surge desde la segunda bonanza petrolera, donde se esperaba que Venezuela surgiera de nuevo como en la década de los 70’s, cuando se lo conocía como la Venezuela Saudita. Pero en esta ocasión, su presidente era Hugo Chávez, y Mahmud Ahmadineyad estaba a la cabeza de Irán. Desde ese entonces, ya se mostraba el interés de Ahmadineyad por comprar uranio venezolano; con el único fin de desarrollar armas de gran poder. Posterior a esto, la relación entre estas dos naciones se enfriaría con la muerte de Chávez; hasta hace pocos años atrás, donde el gobierno de Nicolás Maduro intensificó el comercio de petróleo con este país del Medio Oriente.
Desde hace algunos años, Irán cuenta con el desarrollo propio de armamento pesado, entre los que se destaca la elaboración de misiles, teniendo como base, el armamento que en el pasado fue adquirido por la URSS. Hoy en día, entre su gama de misiles se destacan dos: I) La cuarta generación del misil Fateh 110, el cual, cuenta con un peso aproximado de 650 kilogramos y un alcance de 300 kilómetros. II) Misil Zolafaghar con un alcance de 700 kilómetros aproximadamente.
Igualmente, Irán, a lo largo de los años, ha presumido en videos difundidos a nivel internacional, que se ha hecho a misiles de elevado poder de destrucción, de corto, mediano y largo alcance, que tienen un rango entre los 300 y 1500 kilómetros de distancia. Teniendo en cuenta, el alcance que pueden recorrer estos misiles y la geografía de la frontera entre Colombia y Venezuela; se podría asegurar que, con un misil de mediano alcance se podría atentar contra la capital.
¿QUÉ SIGNIFICA PARA COLOMBIA?
La difícil frontera entre Colombia y Venezuela, catalogada hoy, como una de las más peligrosas del mundo –esto debido a los polos opuestos que representan ambas naciones–, por un lado goza del apoyo de Rusia, y por el otro, de la de los Estados Unidos. Esto ha permitido encender las alertas ante la posible compra de misiles, debido a que Colombia ha estado sumergido en una guerra interna contra guerrillas y ha olvidado el ámbito de defensa internacional, siendo así, que hoy en día, carece de arsenal antimisiles y antiaérea para repeler un ataque extranjero.
Colombia debe prestar suma atención ante este tipo de acciones, pero no caer en el juego del presidente Nicolás Maduro, que lo único que demuestra es el miedo a la posible culminación de la Venezuela chavista.
¿QUÉ ESPERAR?
Es correcto categorizar este tipo de armamento como ofensivo y no de defensa, ya que, la compra de este arsenal constituye la seguridad de un país y al mismo tiempo la inseguridad del otro. Es decir, la compra de misiles a Irán representa un riesgo a las refinerías, puertos marítimos y la capital de país colombiano –esto debido a que este tipo de artefactos han sido diseñados para atentar contra dichas infraestructuras–.
Ante lo anterior, Colombia caería en un error al recurrir exclusivamente a acciones diplomáticas, puesto que la dictadura venezolana ha demostrado hacer caso omiso a este tipo de acciones. Por lo tanto, Colombia debe prepararse ante cualquier acción. No hay que olvidar que, nadie compraría algo sólo para guardarlo.