LA CIDH Y EL COMITÉ DEL PARO SE FUERON DE VACACIONES

La llegada de los fuertes vientos que anuncian el verano, traen consigo también, el anuncio del Comité del Paro de suspender marchas y movilizaciones por al menos un mes en todo el país. Vale la pena destacar que, justamente este periodo de alto a las movilizaciones, coincide con el periodo vacacional establecido por el calendario estudiantil ordinario de la educación básica primaria, media secundaria y educación media, es decir, FECODE anuncia el regreso a clases preciso cuando se sale a vacaciones; como quien dice: “el paro se fue de vacaciones de mitad de año”.

Al cumplir 49 días del Paro Nacional, se ha dictado la orden “desde arriba” de suspendedor las tradicionales movilizaciones ciudadanas de los días miércoles. Con ello, la Federación Colombiana de Educadores (FECODE), ha anunciado el regreso a clases de todos sus maestros; esto, puesto que desde hace poco más de 50 días, todos los alumnos que reciben clases de los educadores de esta federación, han estado en vacaciones obligadas por cuenta del paro. Vale la pena resaltar mi propuesta de que, por medio de una modificación al calendario académico ordinario, los maestros y alumnos no salgan a vacaciones de mitad de año; y por el contrario, se aproveche este tiempo para recuperar en algo las clases, enseñanzas y progreso que el paro ha restado. Quizás, de este modo, FECODE logre demostrar el verdadero compromiso con la educación de los niños “futuro del país” como siempre lo pregonan en todo discurso y comunicado que hacen.

¿LA CIDH TAMBIÉN SE VA DE VACACIONES?

Esta es una pregunta hipotética, dado que desde que llegó al país el 6 de junio del presente año, la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) ha cumplido con su labor, pero a medias, ya que una vez terminada su visita de trabajo en Colombia y tan sólo a la espera de emitir sus recomendaciones con base en los estándares de DDHH, han surgido numerosas voces ciudadanas, políticas y de medios de comunicación que han denunciado contundentemente que la CIDH únicamente vino a Colombia a escuchar unas pocas voces: vino a ver solamente una cara de la moneda y a negarse a escuchar todas aquellas voces que han sido víctimas del paro; desde quienes se han visto afectados por cuenta de los abusos policiales, hasta los perjudicados por los nefastos bloqueos y las agresiones de estos mismos a quienes se han negado a parar. Por todos los lados, se han vulnerado de todas las formas posibles los derechos humanos.

A partir de lo anterior, llama mucho la atención como la misión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dicta: “Mular la conciencia y promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en todos y cada uno de los Estados de las Américas de acuerdo con los más altos estándares internacionales, a fin de salvaguardar la dignidad de las personas y consolidar el Estado de derecho y la democracia”. Y justamente, para consolidar el Estado de derecho y la democracia, se requiere de la participación y espacio para la escucha de todas las voces en medio del Paro Nacional.

LO QUE SE VIENE DESPUÉS DE VACACIONES

Apenas la ropa de playa se guarde y el buen clima del verano se oculte, el Paro Nacional volverá a las calles, y quizás, por un tiempo prolongado; esto, guiándome en las declaraciones de Nelson Alarcón, miembro del Comité Nacional del Paro, quien aseguró “Llegar al poder en el 2022 por medio de un robustecimiento del Paro”, una aseveración plenamente antidemocrática, puesto que se propone derrotar a la “ultraderecha” y llegar al poder por una forma muy distante a la de las urnas.

Por su parte, la Federación Colombiana de Educadores (FECODE), tal cual como lo ha anunciado, volverá de vacaciones a mediados de julio, justo cuando se supone los estudiantes deberían regresar a clases conforme lo establece el calendario académico, es decir, FECODE volvió a clases precisamente cuando se salía a vacaciones escolares, y va a retomar las movilizaciones, el paro y el cese de actividades cuando los estudiantes deban regresar a clases ¡Paradójico!

Por el otro lado, la CIDH, a pesar de su muy corta estadía en el país –menos de lo necesario–, y en apenas tres días de no haber escuchado todas las voces que hacen parte de un Estado social de derecho y de una democracia, publicará una serie de recomendaciones para el país. Se requeriría de un trabajo mucho más arduo por parte de la CIDH, pues es imposible que en apenas tres días se logren restablecer los DDHH de una nación, y así, consolidarlos en un Estado social de derecho y una democracia por medio de la emisión de unas recomendaciones.

«Sí, la CIDH estuvo en Colombia,
pero se fue de “vacaciones”,
y dejo la tarea a medio a hacer en el país.
»

Y así, como la tarea de la CIDH quedo a medio hacer, se hace necesaria la disolución del antidemocrático y no representativo Comité del Paro Nacional, el cual, el pasado 16 de junio, dejó claras su división y falta de diálogo y liderazgo con aquellas personas y organizaciones que forman parte del Paro, y que, a pesar de haber declarado un cese a las marchas por al menos un mes, sigue registrando una gran cantidad de movilizaciones y bloqueos en diferentes cuidad del país. Igualmente, con o sin la disolución del Comité del Paro Nacional no representativo, el gobierno nacional debe poner en marcha su capacidad logística y permitir la consolidación de una negociación descentralizada para las regiones; esto, en pro de dar pronta solución al conflicto generado entre las partes, ya que tal como lo ha manifestado el Comité del Paro, hay una división al interior de los protestantes, donde se han invisibilizado voces de quienes protestan y muchas de ellas no se encuentran en la mesa del diálogo. Sí el Comité del Paro Nacional no tuvo la capacidad y habilidad de organizarse al interior de este, el gobierno deberá emprender iniciativas para hacerlo.

Llega el verano, y consigo, la incertidumbre para el país por cuenta de los contextos social, político, económico, educativo y de salud que afronta.

Juan David Solarte
Juan David Solarte

Consejero Municipal de Juventudes. Estudiante de Derecho de la Universidad Libre (Seccional Cali, Colombia) y miembro del Semillero de Investigación de Conflicto, Derechos Humanos y Cultura de Paz. Estudioso de la historia.

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