Mientras unos piensan con el deseo e ilusión de ocupar una curul por ser líderes indígenas, afros, de víctimas o de mujeres, la planificación central de la mano de la ley de hierro de la oligarquía se hacen presentes.
La lejanía de los líderes sociales de los líderes políticos del “Pacto Histórico”, la coalición de Petro –hay que decirlo sin ambages–, se sigue tambaleando y sigue poniendo en evidencia que el petrismo es una máquina que sólo instrumentaliza comunidades para su propio beneficio electoral. Como en la película de Luis Buñuel, El discreto encanto de la burguesía, los protagonistas, en este caso los máximos dirigentes dentro del “Pacto Histórico”, parecen no apercibirse de la realidad, o por lo menos, de la realidad de quienes los han venido apoyando, desechando a dichos grupos de interés ante las primeras de cambio.
BREVE RADIOGRAFÍA
Las víctimas de los falsos positivos fueron grandes damnificadas. En un reciente pronunciamiento hecho desde la cuenta oficial de Twitter de la Asociación de Madres de Falsos Positivos (ASOMAFAPO por sus siglas en español), se mostraron decepcionadas por no encontrar espacio dentro las listas al Congreso de la República por la coalición “Pacto Histórico”. “Fuimos utilizadas y burladas”, comentaron.
“Qué tristeza que ni siquiera tuvieron la delicadeza de contestarnos y decir que no había espacio para nosotras”, dijeron también. A pocos meses de las elecciones al congreso y a la presidencia, no es de extrañar que organizaciones políticas que dicen llevar las banderas de las víctimas, del feminismo o del ambientalismo terminen rechazando en la práctica a líderes y lideresas sociales.
PETRO: EL MACHO OPRESOR
Pero los daños hacia las mujeres dentro del “Pacto Histórico” no terminan ahí. Recientemente, otra activista política (Juana Afanador) de la coalición interpartidista declinó su participación en la contienda electoral como candidata a la Cámara de Representantes por Bogotá. Hace alusión a la falta de democracia interna. La famosa ley de hierro de la oligarquía, según la cual los partidos políticos –y en este caso también las coaliciones interpartidistas– no operan de manera democrática y sucumben ante el orden jerárquico de sus máximos dirigentes, específicamente, Gustavo Petro y las cabezas de los demás partidos de la coalición. De ahí también surge la inquietud por las listas cerradas, que, acompañadas de la preferencia en lista por algunas otras activistas como María Fernanda Carrascal, han generado también malestares internos.
Pero no es todo. Otra de las lideresas, Sara Tufano –antigua defensora de Gustavo Petro–, sucumbió también ante el poder oligárquico y tuvo que declinar su aspiración al Congreso. ¿Su queja? La instrumentalización de la paridad de género mediante listas cerradas y según sus propias palabras, amañadas. Pero a quienes instrumentalizaron realmente fue a las mujeres que confiaron en dicho proyecto político. Mientras tanto, desde el Polo Democrático Alternativo o PDA, partido miembro de la coalición “Pacto Histórico”, uno de sus líderes arguye que la escogencia de listas se debe al nefasto manejo dado por uno de los directivos del PDA, el ex-congresista Jaime Dussán.
DESESTABILIZANDO COALICIONES DE OTROS PARTIDOS
En el Partido Alianza Verde, la hoy senadora Angélica Lozano, decidió renunciar al ver la falta de garantías y la presión ejercida por algunos de los dirigentes de dicho movimiento para que este se sumara al “Pacto Histórico”, dividiéndolo y debilitando así la coalición de centroizquierda conocida como “Coalición de la Esperanza”. También aprovechó para denunciar los abusos que se cometen contra las mujeres de todos los partidos que con carácter y criterio han decidido participar en política.
REFLEXIONANDO
El oscuro objeto de la politiquería termina una vez más puesto en evidencia, dadas las arbitrariedades perpetradas sobre grupos de interés y la existencia de incentivos perversos para que estos no alcancen significativas cuotas de poder o se canibalicen entre ellos. La democracia, como consecuencia de este vicio, solo conlleva a la destrucción de las minorías por parte de otras minorías con mayor poder.
Cierro con una cita del filósofo Patrick J. Deneen de su libro ¿Por qué ha fracasado el liberalismo?:
Amanecerá y veremos…