El mercado negro, aquel lugar abstracto donde se comercian esos bienes y servicios que están restringidos por su naturaleza o por la calificación de sus actores, en cualquiera de estos dos escenarios, es practicado por Irán. Y es que si hay un país donde se viven en pleno las situaciones recreadas en las películas de espías de los años 90’s, este es la nación persa; desde la carrera por la construcción de una bomba nuclear, el tráfico de órganos y el autoritarismo por parte del Estado, hasta toda una dinámica de contrabando para evadir las sanciones económicas impuestas por Occidente.
TRÁFICO DE MATERIAL NUCLEAR
Irán constantemente ha estado en la carrera por la fabricación de una bomba nuclear, y para ello, la comunidad internacional ha procurado evitar este fin dada la inestabilidad interna con la que goza el país de Medio Oriente producto de una teocracia con profundos aires de nacionalismo; múltiples han sido los acuerdos que se han suscrito y que también se han incumplido, partiendo de los esfuerzos del popular Bill Clinton (el acuerdo del año 2015), hasta una nueva ronda de negociaciones que atraviesa actualmente con los EEUU en cabeza del presidente Biden.
Lo primero que se debe conocer es que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) desempeña un papel particularmente importante en la detección del incumplimiento del régimen de no proliferación nuclear, dado que vigila a escala global los focos de radiación en las diferentes centrales de generación de energía nuclear autorizadas, y a su vez, aquellos posibles focos no autorizados a través de la cooperación que ejerce en favor del Consejo de Seguridad de la ONU.
A destacar, Armin Andereya L. (2008) manifestó en un informe publicado por la Corte IDH (Fuente AQUÍ):
Desde principios del siglo, han sido múltiples los reportes de inusual actividad nuclear con niveles superiores a lo usado en generación eléctrica (al respecto, proporcionamos enlace de interés AQUÍ).
El portal periodístico vasco Deia reportó la desarticulación a toda una red internacional de tráfico de material nuclear con destino a Irán (Fuente AQUÍ):
TRÁFICO DE ÓRGANOS
Irán, como la mayoría de los países ubicados en Medio Oriente, ha sido bendecido por los recursos naturales, y como bien sabemos, esta situación mal gerenciada siempre recae en un fenómeno económico denominado enfermedad holandesa, que consiste en sufrir los efectos adversos de ser dependientes económicamente a un único sector por parte de un país. La nación persa se ha tomado muy en serio la diversificación de la economía, por ello cuenta con un mercado regulado de órganos, ¡sí!, así como lo acaba de leer. ¿Lo peor? Esta información no la extraje de una cadena de WhatsApp.
El reconocido medio Los Ángeles Times, enfatiza (Enlace AQUÍ):
Pero, si es una actividad lícita en ese país, ¿cuál es el problema?
NS Hosseini-Divkolaye (2009), en una publicación de la Universidad de Alicante (España), recalca (Fuente AQUÍ):
Y como bien sabemos, las actividades ilegales de trata de personas pueden tener fines de explotación sexual, esclavitud y/o venta de órganos, en un país donde es legal hacerlo y que es una despensa mundial para ello.
ZONA ECONÓMICA ESPECIAL DE CONTRABANDO
El mismo autor, NS Hosseini-Divkolaye (Fuente AQUÍ), nos resalta la situación de tráfico de estupefacientes, armas y demás, adicional a la trata de personas mencionada previamente:
A manera personal me quedo con las últimas palabras del párrafo anterior, puesto que denotan que no se está hablando de cualquier zona del globo, sino de una donde existen muchos grupos armados al margen de la ley, tal como los Talibanes de Afganistán, quienes tienen free pass en este país para ejercer los negocios que financian sus actividades en aras de un presunto beneficio del régimen teocrático de Teherán vía repartición de dividendos.
Comunicadora social y periodista con más de 25 años de experiencia en el manejo de crisis corporativas y de estrategias de comunicación. Defensora de las ideas de la libertad.