El objetivo del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) es evitar que el precio nacional experimente un aumento sustancial si hay un incremento drástico en los precios internacionales. Por ejemplo, el galón de gasolina estaría en unos seis mil pesos (COP$ 6.000) por encima de su precio actual si el FEPC no existiera.
El precio de los combustibles aumenta en Colombia cuando:
- Incrementa el precio del Petróleo en el mundo, principalmente el Brent.
- Incrementa la depreciación del peso colombiano (COP$) frente al dólar ($USD).
- Se agotan los recursos disponibles para compensar la fluctuación en el FEPC.
El sector transporte de carga demanda el 47% de Diesel corriente o ACPM (aceite combustible para motores) del país, y los combustibles representan el 40,2% del total de los costos operativos del sector. Un aumento de mil pesos (COP$ 1.000) en gasolina y ACPM, aumentaría la inflación en 1% aproximadamente, y con una inflación actual de 10,8%, sumar inflación no es conveniente para el país ad-portas de una gran caída de la actividad económica y el empleo, dada la subida de tasas del Banco de la República.
Además, las dificultades que representa la Reforma Tributaria, que tiene el potencial de reducir el ingreso de capital extranjero en dólares al país de los inversionistas, agravaría la depreciación del peso colombiano encareciendo aún más el costo de compensación del FEPC.
El FEPC ha distorsionado las decisiones que deberían tomar los consumidores de combustibles desde 2007, retardando la transición a vehículos ahorradores de combustible o vehículos eléctricos o de gas. El FEPC ha dopado el mercado de los carburantes en Colombia, por lo que ahora nos enfrentamos a tres caminos problemáticos:
- Se absorbe el déficit del FEPC con cargo al Déficit General que se paga vía impuestos para mantener bajos los precios de los combustibles y evitar mayor inflación.
- Se incrementan los precios de los combustibles para ayudar a solventar el déficit del FEPC asumiendo impactos inflacionarios severos.
- Se reducen los impuestos que recaen sobre los combustibles (aproximadamente COP$ 1.400 por galón) a consumidores y productores, a fin de que el incremento de los precios sea menor mientras se compensa el déficit del FEPC.
NOTA:
Este es un análisis provisto por la Dirección de Investigación de Libertank, con datos de COLFECAR (Federación Colombiana de Transportadores de Carga) y los Ministerios de Minas y Energía y Hacienda y Crédito Público.