El lenguaje, como es conocido hoy en día, es la manera más correcta e importante para comunicarnos, pero no siempre fue así. El precioso lenguaje, creado por los seres humanos y resultado de miles de años de evolución.
EVOLUCIÓN Y DESARROLLO
En sus inicios, el habla surgió de la naturaleza. Las primeras tribus que desarrollaron el lenguaje iniciaron imitando los sonidos de la naturaleza –sonidos tales como el de los árboles al menearse con el viento, de la lluvia al caer, las piedras al golpear, entre otros–. Posterior a esto, se evolucionaría hasta llegar al lenguaje corporal, y finalmente, gracias al diario vivir y a la combinación de imitación de sonidos y expresiones del lenguaje corporal, desarrollaríamos las primeras palabras del habla, en las que según historiadores; figura como pionera la palabra “mano” –esto haciendo referencia a la mano de obra que se requería para el cultivo y siembra de la tierra dentro de la economía–.
Al relatar esta historia, aparenta ser un breve pasaje del tiempo, pero no fue así. La humanidad tardó miles de años en desarrollar y evolucionar el habla articulada.
Una vez el lenguaje fue desarrollado en mayor proporción, surgirían diversas teorías de cómo emplearlo de la manera correcta. Fue así como nacieron los géneros del discurso según el ruso Mijaíl Bajtín, quien hacía referencia a la manera correcta en cómo se debe emplear el lenguaje y la expresión bajo los diferentes contextos de la vida cotidiana.
LA MALA POLÍTICA…
Luego de una larga evolución del lenguaje articulado, es considerado hoy como una de las principales herramientas dentro del campo de la política, ya que sin el habla sería imposible el desarrollo de ésta. La mala política desde años atrás ha deformado de grave manera el lenguaje, tanto así, que los discurso al público, opiniones en medio de comunicación e intervenciones en el congreso; se han convertido en únicamente insultos. Se quedaron atrás los debates de horas interminables; cargados de ideas de gran dialecto. Se olvidó el género de discurso adecuado del que nos háblala Mijaíl Bajtín; en contextos de la vida diaria tales como el congreso, radio o televisión, y las plazas públicas.
Ya no vale la pena escuchar el “discurso” de insultos de algunos dirigentes políticos que se han limitado única y exclusivamente a atacar y degradar de la manera más baja a su adversario político; con una grotesca disertación cargada de odio no digna de un dirigente de masas. Da vergüenza saber que hay muchos congresistas, tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes, a quienes no se les ha escuchado la voz en ninguna intervención, pero da mucha más vergüenza escuchar otros congresistas expresarse y brindar un discurso tal cual como si estuviesen en la euforia de un partido de fútbol o que, por el contrario, se expresen con un bajo lenguaje corporal bajándose los pantalones en la mitad del recinto.
No se puede permitir que se degraden las instituciones en manos de la mala aplicación del habla. La humanidad tuvo que afrontar un sin número de desafíos frente al desarrollo del lenguaje para que hoy en día, algunos “Padres de la Patria”, se hayan olvidado del debate de ideas, la gran dialéctica, el respeto al locutor y, por el contrario, pasen por encima de todo buen uso del habla.