Las finanzas públicas deberían ser un tema de conversación nacional, tal como en los diferentes núcleos familiares alrededor del planeta se habla de la actualidad económica del hogar, y es muy simple, todos los servicios del estado (asistenciales o no) dependen única y exclusivamente de que tan bien se gestionen los ingresos (impuestos, tasas, contribuciones, participaciones en empresas públicas o mixtas, rentas mineras y similares) y los gastos (nóminas y pago de colaboradores en las entidades del estado de diferentes niveles, servicios públicos, subsidios y prebendas, servicio de la deuda y similares). En nuestro país es ínfima la importancia que tiene el debate de unas finanzas públicas sanas la opinión pública , y vemos escenarios como sufragantes eligen candidatos que proponen diversos planes y programas sociales sin preguntarse si quiera ¿Cómo se financiará?
EL PANORAMA
Diversas entidades del sector productivo han alertado sobre la gravedad de las finanzas públicas, siendo la más reciente el Banco de Bogotá, entidad financiera insignia del Grupo Aval, quien lanzó un informe alarmante sobre la precaria situación actual de las cuentas públicas, indicando una posible entrada en default (ver informe aquí)
- El déficit fiscal del Gobierno Nacional Central (GNC) se ubicó en -3.3% del PIB en el primer semestre de 2024, un máximo no observado desde el inicio de la serie en 2004.
- El balance fiscal primario, aquel que excluye el pago de intereses, fue de -0.9% del PIB, al límite de lo exigido por la Regla Fiscal (R.F.) para el presente año.
- Ante este panorama, Investigaciones Económicas (I.E.) había resaltado que para respetar lo exigido por la R.F. se requería de un sobre cumplimiento de la meta de recaudo y de la subejecución del PGN.
- Desde los ingresos, la sorpresa negativa volvió a darse en agosto y anticipa que la meta de ingresos tributarios (ya ajustada a la baja en junio) no se cumplirá en el año completo.
- Cálculos de I.E. sugieren que, si el recaudo no muestra un repunte por encima de sus estándares históricos en lo que resta del año, el descalce en ingresos sería alrededor de $10 billones.
A su vez se exhibe un gráfico de la variación del déficit público interanual desde el 2004 – 2024:
Mr. DEFICIT
Al parecer el exdirector de la Dirección de Aduanas e Impuestos Nacionales (DIAN) Luis Carlos Reyes, conocido en redes como Mr. Taxes por su intento de realizar pedagogía sobre el concepto, obligaciones y pago de impuestos a través de plataformas como Tik Tok dejó un gigantesco agujero presupuestal provisto de fallar las metas de recaudo tributario en lo que muchos analistas calificaron como la pendiente negativa de la curva de laffer (Método econométrico para calcular los mínimos y máximos de recaudos en función de la elasticidad que tienen las tasas de contribución efectiva).
Un descalabro total de la política fiscal, agravado por una fallida reforma tributaria diseñada por José Antonio Ocampo, un economista de escritorio conocido por sus desastrosas propuestas fiscales en Argentina, ha llevado a una asfixia tributaria similar a la que experimentan países como España.
LAS REACCIONES
De parte de los diversos sectores de la llamada oposición, algunos de corte republicano y ortodoxos económicamente, se le ha pedido al gobierno actual de Gustavo Petro la restricción del gasto público ante el desbalance presupuestal, el cual se ha estado soportando con emisión de deuda que prevé un futuro sombrío para las futuras generaciones, que pagarán con sus impuestos un servicio a la deuda de programas sociales que no disfrutaron y que probablemente no sacaron a nadie de la pobreza.
Por último, resaltar la negativa del gobierno actual por el recorte necesario del gasto público, mayormente representado en gastos de funcionamiento y en una menor medida en inversión en infraestructura que promueva el auge económico. El 2026 necesitará un bombero que apague el incendio que está dejando el deficitario gobierno progresista actual.
Disclaimer: No queremos limitar la responsabilidad de los anteriores gobiernos nacionales que poco o nada se preocuparon por unas finanzas públicas con saldo positivo.
