COMO REBATIR LA TEORÍA DEL VALOR TRABAJO Y LA EXPLOTACIÓN

Uno de los principales problemas a la hora de debatir con un simpatizante del sistema socialista; es que se generalmente éste desconoce la base económica sobre la cual está fundamentada. Karl Marx en su libro dividido en tres tomos llamado El capital: Crítica de la economía política –el primero publicado en 1867 y los dos restantes publicados de manera póstuma en los años 1885 y 1894–, otorgó sustento económico y quiso darle estatus científico a sus doctrinas planteadas y plasmadas en su anterior obra escrita en conjunto con Friedrich Engels: El Manifiesto del Partido Comunista (1848).

En este corto ensayo, el objetivo no es hacer un análisis profundo del libro El capital, puesto que eso ya lo realizaron diferentes autores de la Escuela Austríaca de Economía como Carl Menger: que destruye completamente la teoría del valor trabajo y, años más tarde: Ludwing von Mises le da el golpe maestro demostrando la imposibilidad del socialismo. A la fecha, hay personas que consideran que Marx estaba en lo correcto y esto es gracias a la facilidad de sus argumentos, aunque todos parten de un error.

A manera de anécdota, al ser presentada la teoría del valor subjetivo de Carl Menger en 1871, Marx fue retado a refutarla y, aunque tenía ya escritos los tomos dos y tres de El capital, no fueron publicados hasta después de su muerte –probablemente porque no pudo contradecir que los precios dependen de lo que las personas están dispuestas a pagar y, con ello, contribuía a destruir la base económica del socialismo–. De haber tenido la conciencia moral para reconocer que su teoría fue basada en una concepción errónea a partir de la Escuela Clásica, la humanidad se hubiera ahorrado más de 100 millones de muertos.

ORIGEN

Tomando las bases de los economistas clásicos: Adam SmithJean-Baptiste SayDavid Ricardo y John Stuart Mill, y “los valores del socialismo de Estado” de Johann Karl Rodbertus, los cuales describen que el valor de las mercancías provienen del trabajo; hábilmente Karl Marx llega a la conclusión de que la ganancia (plusvalía) de los capitalistas se debe a que roban el trabajo de los que produjeron las mercancías y, de esa manera, fundamenta su teoría de la explotación en una constante lucha de clases entre los proletarios –que sólo tienen sus manos para producir– y los burgueses –que poseen los bienes de capital–. A continuación, se presentará mediante ejemplos muy básicos, un decálogo con los principales errores que tiene la teoría de la explotación de Karl Marx:

1. Todos los bienes económicos son producto exclusivo del trabajo humano

Todo bien de la naturaleza que sirva para tener un fin y que sea escaso, aunque no tenga trabajo humano; es un bien económico. Por ejemplo: una parcela de tierra, aunque nadie la trabaje, es un bien económico; y otro ejemplo, para producir un ron de 3, 8 o 12 años, se requiere exactamente el mismo trabajo (el tiempo aquí, le da gran diferencia al valor final del producto).

2. Los obreros no perciben el valor completo de lo que producen

La teoría de la explotación no sólo quiere que se pague el 100% del valor de los productos a los trabajadores, sino que pide que se les pague más; la razón es simple: el tiempo de producción de un bien de consumo puede tomar años y es conocido que la inflación hace que el precio de hoy sea menor que el de mañana, pretendiendo así que se pague a precios de hoy, lo que se venderá en un futuro.

3. Los trabajadores son coaccionados para recibir menos de lo que producen

El valor de los productos es subjetivo e independiente del trabajo incorporado en él. Por ejemplo: voy caminando por el bosque y me tropiezo con una vasija de barro –simplemente paso de largo–, pero detrás de mi llega un arqueólogo que ve que es de la cultura Chibcha y es antiquísima; mientras para él tiene muchísimo valor, para mí era sólo una vasija rota. Así las cosas, es imposible afirmar que los trabajadores reciben menos de lo que producen.

4. El precio de los bienes es igual al coste del trabajo incorporado en él

Si un bien de consumo se automatiza –y lleguemos al extremo de que no se requiera mano de obra para producirse–, entonces, según esa teoría el precio, el producto sería cero; lo cual, es irreal, porque se necesitan insumos, pago de servicios, costes de la maquinaria, pago de intereses, entre otros –ninguno de ellos está relacionado al trabajo incorporado en él–.

5. Selección arbitraria del común denominador

El común denominador es el trabajo humano, pero ¿Por qué no puede ser el peso, el tamaño, la energía, la utilidad, la rareza, u otros?

6. El tiempo de trabajo socialmente necesario

El valor de las mercancías viene dado por el tiempo que se demore un trabajador para producirlo. Luego, si se tienen a un médico cirujano que tarda cinco horas para hacer un procedimiento y un panadero que hace diez panes en ese mismo lapso; entonces –para Marx–, la hora de un médico equivale a dos panes. En el tomo tres de El capital, se trata de solucionar ese problema colocando diferentes pesos a las horas-trabajo según su complejidad, y que es el mercado quien dicta ese valor de intercambio dependiendo de la escases o el exceso del producto, por lo que hace imposible calcular ese peso que se le quiere dar a las horas de trabajo, destruyendo así, su propia hipótesis.

7. Sólo el trabajo es fuente de valor

Una persona demora 10 horas en producir una prenda. A la postre, el capitalista compra un telar y el tiempo baja a 6 horas. Según la teoría del valor trabajo y la explotación, el capitalista le está robando 4 horas de trabajo a ese obrero y para corregir esa “injusticia”, se le debe expropiar la máquina al capitalista para que el obrero no pierda esas 4 horas de su tiempo.

8. Cantidad y calidad constantes

La cantidad como la calidad de los bienes de intercambio; dependen de que las condiciones sean invariables. Esto significa que cada vez que una persona decide cambiar de profesión, o se tienen personas más hábiles que otras, o cada vez que aparece una nueva tecnología; aniquila su planificación centralizada, donde el marco de relaciones fue expuesto en tiempo de trabajo socialmente necesario.

9. Equidad en objetivos individuales

Parte de una contrariedad a la condición humana. Existen personas que ahorran, otras que estudian, otras que trabajan duro, otras que arriesgan, y otras más; y, también, existen los contrarios. Pero Marx predica que todo el “proletariado” tiene la misma habilidad, la misma paciencia y la misma visión ante el riesgo y, por lo tanto, se puede realizar esa planificación centralizada de todos los costos.

10. Costos de producción y administración

El Capital dice que de los precios de venta se tiene que sacar el valor de los insumos, los costos de producción, una provisión para expansión, un fondo para seguros, un porcentaje para los trabajadores de la administración; y, asume, que esos costes son siempre menores y más eficientes que cuando un propietario es el encargado de esa labor. Así que el mismo se contradice cuando el trabajador debe recibir el 100% de ésta.

EN CONCLUSIÓN

La teoría del valor trabajo y la explotación fue pensada como una bandera ideológica donde se trata de criminalizar al capitalista y, con ello, fomentar una lucha de clases donde el emprendedor: la persona que arriesga su capital y se la juega toda por un futuro prometedor, es el villano de la historia.

Sobre el autor:

Este articulo fue escrito por Carlos Andrés Echavarría Blandón: Ingeniero Civil de la Universidad Nacional de Colombia y Especialista en Gestión para el Desarrollo Empresarial de la Universidad Santo Tomás. Empresario y asesor de diversas compañías nacionales; con experiencia en administración y desarrollo de las instituciones.

De tendencia libertaria minarquista, influenciado por la Escuela Austriaca de Economía. Apasionado por la historia, y que considera que el crecimiento de las naciones se basa en la libertad individual y el ahorro que impulsa el proceso creativo de las personas; permitiendo un bienestar general.

Detractor de las doctrinas que restringen las libertades individuales y opositor de los Estados que quieren intervenir en todos los aspectos de los seres humanos por fuera de sus únicas dos responsabilidades: seguridad y justicia. Desea transmitir las bondades del capitalismo sobre cualquier otra ideología planteada hasta la fecha, donde el mercado libre ha sido la verdadera máquina diseñada para sacar personas de la pobreza.

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