GUSTAVO FRANCISCO: EL PERRO DE PAVLOV
Gustavo Francisco abría sus ojitos de animalejo y se desperezaba cada mañana, despelucado, sudado de la cabeza a los pies y acompañado de un medio intento de erección, de esas…
Gustavo Francisco abría sus ojitos de animalejo y se desperezaba cada mañana, despelucado, sudado de la cabeza a los pies y acompañado de un medio intento de erección, de esas…