La imperativa necesidad del individualismo

La sombría aparición de un virus, ha puesto a prueba a la totalidad del mundo. Varios, son los protocolos gubernamentales impuestos para atacar desde diferentes frentes, al que hasta hoy día es, el más duro enemigo de la humanidad, en la era moderna.

Las situaciones dramáticas no se han hecho esperar; como los fallecidos en las calles de Ecuador, que no son debidamente recogidos porque no cuentan con funcionarios suficientes, los miles de fallecidos en España e Italia, países europeos más afectados por esta pandemia y la creciente y acelerada cifra de muertos en Estados Unidos. Ciertamente, es un panorama crudo jamás visto en las últimas dos décadas, pero todavía falta mucho por luchar antes de resignarse a perder por la estampida avanzada del virus. Curiosamente, nuestra mejor arma, como ciudadanos ajenos a los entes de control o salud, es el individualismo.

Me explico; popularmente, el individualismo ha sido homologado de manera arbitraria con la definición de egoísmo irracional, la cual se puede ejemplificar en una persona que ignora de manera deliberada o mal intencionada estados lamentables humanos, como la muerte o la miseria. Asimismo, se usa el termino “individualista” para describir a una persona corrupta en su moral y que sin importar a quien o a qué haga daño, cumplirá sus objetivos personales, lo cual es una clara contradicción. El individualismo; en su definición moral, propende que cada persona deba ser responsable por su bienestar personal, esto también significa, que todas tus acciones acarrean consecuencias que no pueden ser evitables, ya sean buenas o malas. Por otro lado, y gran diferencia entre el individualismo moral y el egoísmo irracional, es que el individualismo considera negativa toda acción que destruya o dañe a algo o a alguien de manera deliberada, también aplica como negativa si evade la responsabilidad de sus actos, en caso de ser sin intención dicho daño o destrucción.

Entender esta diferencia es crucial en esta crisis, porque todas esas campañas gubernamentales, abogan por esa definición de individualismo moral. Cada persona debe ser responsable de su higiene y quien viole la cuarentena, no atienda a las recomendaciones de higiene o ignore cualquier protocolo de distanciamiento social, es una persona egoísta irracional, por la existencia de irresponsabilidad en su actuar. Es esa misma irresponsabilidad, la que sujeta legalmente las sanciones del gobierno y no siendo suficiente con eso, también existe la posibilidad de una sanción dada por la realidad; ya que inevitablemente, de seguir en su egoísmo irracional, será una víctima más del virus y peor aun, servira de caballo de Troya para que otros también sean contagiados.

Hoy más que nunca el individualismo moral significa salvar vidas, las nuestras, la de nuestros seres queridos y de terceros. Dejemos a un lado, de una vez y por todas, la falsa dicotomía entre el ser individualista y el ser solidario; éstos, no son conceptos mutuamente excluyentes y esta crisis esta demostrado esa realidad. El ser individualista con nuestras acciones, significa atender los protocolos de higiene y distanciamiento social sin tener un policía al lado y el ser solidarios, significa ser conscientes y consecuentes con las necesidades y problemáticas del otro.

Carlos Noriega
Carlos Noriega

Barranquillero. Administrador de empresas y maestrante de finanzas públicas. Director ejecutivo (CEO) y miembro fundador del medio digital liberal/libertario El Bastión y de la Corporación PrimaEvo.

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