Todos Somos Empresarios…!
En Potencia! Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, estamos cumpliendo acciones. Desde tareas rutinarias hasta grandes aventuras. Por ende, nos definimos como seres que actuamos. Tenemos deseos, sueños y expectativas sobre lo que queremos ser y tener en nuestro futuro. Vivimos actuando! Esta fue una de las grandes enseñanzas (entre muchas otras) que nos dejó el gran Ludwig Von Mises, con su estudio de la acción humana. Al disponernos actuar, trabajamos con nuestro entorno y por ende tomamos decisiones, ya según las capacidades y recursos que tengamos a la mano. Somos flechas disparadas por la acción!
En este tiempo de confinamiento, debido a la cuarentena obligatoria impuesta por el gobierno colombiano, me ha hecho entender mucho mi entorno y la psique humana. Poniendo contraste años de estudio con la realidad del día a día. Se denota una gran incertidumbre (no sabemos si esto sigue por otro mes más, o si nos vamos a infectar o se enferman nuestros padres o abuelos, como produciremos y cuándo, y muchas más interrogantes) vemos como se presenta la Ley de la Preferencia Temporal (el preferir consumir ahora en vez de a futuro) y se ha desbordado en “compras nerviosas”, donde todo lo queremos ya, no sabemos qué va a pasar a futuro. Pero igual no podemos dejar de tomar decisiones, y solo aquellos que tomen las mejores decisiones podrán surfear esta crisis de la mejor manera.
Una de las grandes decisiones a tomar, es qué ofrezco en el mercado laboral y de bienes y servicios, para poder sobrevivir ante esta incertidumbre (en esta columna no trataremos del detalle de estas alternativas, en futuras lo iremos detallando). Autores como Friedrich Von Hayek e Israel Kizner estudiaron la bien llamada “Función Empresarial”. El Profesor Alberto Benegas Lynch (h) la define como: “aquella capacidad de manejar la información necesaria para poder comprar barato y vender más caro”. Esto nos hace recordar un “chiste” urbano, donde el dueño de una casa se le daña la lavadora de ropa y llama a un técnico para que vaya y la repare. Muy tranquilo este último echa un ojo al aparato, y saca de su maletín un martillo pequeño y de repente le da un martillazo y la pone a funcionar. Complacido el jefe de la casa, le pregunta al técnico cuanto le cobra por el servicio, y este le dice: varios cientos de dólares. El dueño estupefacto y le cuestiona: Por qué tanto?! Y el técnico con una sonrisa pícara le dice: Yo solo soy el único aquí y ahora que se formó para saber dónde darle al martillazo!!”.
Todos podemos tener el chance de darle el martillazo donde es en diferentes aspectos de la vida, especialmente si entendemos nuestras fortalezas y talentos, y si enfocamos un plan de trabajo para poder satisfacer una necesidad no cumplida. Si eres una persona muy adversa al riesgo (eres una persona conservadora psicológicamente hablando) puedes vender tu talento y tiempo a una empresa confiable; o si eres una persona muy poca adversa al riesgo (una persona arriesgada) montas tu propia empresa y asumes los costos y beneficios de tu actividad económica plenamente. En cualquiera de los dos casos estas ofreciendo una habilidad que otro le saldría muy caro aprender o hacer (por temas de tiempo o recursos) con la que puedes rentabilizar (ganar dinero) por aquello que mejor sabes hacer. Al final Todos Somos Empresarios, bien alejado de esa caricatura de este como el viejo del Monopoly donde se enriquece a costa de todos. Nada que ver!! La verdadera esencia del Capitalismo es la poder obtener acceso a ofrecer tus habilidades y recursos para satisfacer las necesidades de todo el mundo. Y una de las bases primordiales de este sistema lo tocaremos en próximas columnas, la base fundamental del Capitalismo: El Ahorro.