Desde que inició, no he encontrado términos más exactos para definir, comprender y explicar, el muladar que es –y ha sido– la administración de Claudia López en nuestra capital. Y esta semana –rompiendo su récord personal– ha exhibido con maestría inigualable un par de peculiaridades en un solo tweet.
Todo comenzó con el siguiente tweet del empresario Mario Hernández, que me permito calificar como una crítica real y con fundamento:
Ello no sentó bien y Claudia López le respondió con el siguiente tweet, que fue posteriormente eliminado:
LAS PRIORIDADES DE “LA BOGOTÁ CUIDADORA”
La pedantería con la cual le contestó a un ciudadano que, entre otras, tiene el derecho a cuestionar cómo y en dónde se invierten los recursos públicos, es más que clara; pero, la incompetencia, si la voy a contextualizar.
Lo primero que debemos recordar es la adicción –patológica– que posee la alcaldesa con su imagen pública. Este tema ha sido polémico desde el día No. 1 de la administración de López, pero no por ello ha frenado. El más reciente escándalo sobre esto fue el contrato de COP$ 35 millones mensuales para la mejora de su imagen (Fuente AQUÍ).
Le pregunto a la señora alcaldesa: este contrato con duración de nueve meses y un valor aproximado de COP$ 35 millones ¿Realmente es prioridad en estos tiempos sabiendo que le faltan 300 mil ciudadanos por cubrir con su “renta básica”? Seguramente para usted sí, porque ya lo demostró el año pasado que, en plena cuarentena, también le dio un contrato parecido a su amigo Guillermo Cuellar por COP$ 226,8 millones, sabiendo los desafíos presupuestales que se venían (Enlace AQUÍ).
Por último, les dejo un contrato por COP$ 1.280 millones para medir únicamente la imagen de la alcaldesa durante 2020 (Fuente AQUÍ).
Sumando sólo estos tres contraticos, “la Bogotá cuidadora” se ha gastado cerca de dos mil millones de pesos en menos de dos años únicamente en publicidad para “la Hija de la Maestra”.
SEÑORA ALCALDESA ¡SU COSTOSA IMAGEN PÚBLICA TAMBIÉN PUEDE ESPERAR!
“Hay que tener prioridades” mencionó la alcaldesa en un comunicado hecho en medios el pasado lunes. Obviamente, gestionado por su súper consejera con sueldo de COP$ 35 millones al mes, para calmar el aluvión de críticas por su pedante respuesta al empresario. Un poco descarado si vemos cuales son las prioridades de su administración; pero voy a echarle más sal a la herida.
Según el portal de la Alcaldía Mayor de Bogotá, se le dan al menos 233 mil pesos a cada hogar categorizado como pobre. Si dividimos ese valor por el total de los contratos mencionados aquí, tendremos que se han dejado de ayudar a 7.964 familias durante un mes, o si lo prefieren, a 2.655 familias pobres por tres meses, sólo por la vanidad de López.
Salir a decir que “los huecos en los estómagos no pueden esperar” mientras demuestro aquí, con una búsqueda corta en Google y una operación simple, la mala inversión de casi dos mil millones por parte suya es la mayor muestra de descaro que ha hecho hasta la fecha. Lo que me permite señalarle con total fundamento ¡Que su imagen también puede y debe esperar!
EL PROBLEMA REAL
Me llena de rabia e indignación cómo con aires falaces de superioridad este tipo de políticos siempre atacan a las personas que realizan una crítica o señalamiento claro y justificado en contra de su administración con un discurso de odio de clases. Parecen convencidos que son perfectos, siempre justos y estar aplicando el mejor plan de desarrollo del universo conocido para “el pueblo”. Una soberbia tóxica que evidencia el endiosamiento existente en el país hacia todo lo que se define como función pública.
Este endiosamiento está alimentado del pensamiento parasitario de que el Estado moderno –como ser divino– puede, debe y tiene que comprender, dirigir y organizar todo aspecto de la vida del individuo, lo que sube el ego de los “apóstoles” que logran dirigencia de tal institución porque fueron elegidos gracias a la “inmaculada” y “sagrada” institución de “el pueblo” que, de paso, es una narrativa con el fin de homogeneizar y diluir al individuo y que deberé tocar con mayor profundidad más adelante.
Por eso, la zozobra del totalitarismo nos esta respirando en la nuca en estas elecciones del 2022.
COMO REMATE
Felicitamos a la señora López por querer mantener férreamente su premio, al PEOR POLÍTICO DEL AÑO que entregamos anualmente aquí en El Bastión. Pueden mirar las razones de por qué fue la ganadora el año pasado AQUÍ.