RUIDOS DE SABLES: ¿VENEZUELA SE JUEGA SU FUTURO EL 28 DE JULIO?

El domingo 28 de julio de 2024 se celebran unas nuevas Elecciones Presidenciales en Venezuela que, dicho sea de paso, se llevarán a cabo bajo las mismas condiciones que los procesos anteriores, varios de los cuales se han denunciado como fraudulentos, corruptos, amañados…

Entonces, surgen una serie de interrogantes en torno a este proceso y que podemos resumir con las siguientes preguntas: ¿cuáles son las condiciones y garantías para el cumplimiento del proceso?, ¿Maduro está dispuesto a reconocer los resultados esta vez?, ¿será posible una transición política en Venezuela si Maduro es derrotado?

Intentemos resolverlas en la medida de lo posible, partiendo de la información disponible y de los antecedentes de procesos similares.

LAS DICTADURAS DE IZQUIERDA NO CELEBRAN ELECCIONES LIBRES

Un argumento común de aquellos que insisten en la “ruta electoral” para desplazar a Maduro y al chavismo del poder es que las principales dictaduras de la región vieron su fin luego de diversos procesos de consulta popular o intensos cronogramas electorales que permitieron transiciones hacia la democracia.

Para ejemplificar esto, y desestimar cualquier otra estrategia que no incluya un proceso electoral, a menudo utilizan los casos de Pinochet en Chile (1988) y la dictadura cívico-militar en Uruguay (1980), dejando de lado un factor importante para estos análisis y que puede tener que ver con el carácter nacionalista de dichos procesos, así como con el cumplimiento de ciertas condiciones.

Por alguna razón, los analistas evitan señalar las condiciones bajo las cuales se mantienen desde hace más de seis (6) décadas los distintos regímenes de izquierda de la regiónLos regímenes castrista y chavista son la puerta de entrada para grupos terroristas y regímenes aún más longevos que, a finales del siglo XX, encontraron la forma de introducir capitales, tropas, grupos subversivos, entre otros peligros, a Latinoamérica.

RusiaChinaIránHezbolá y Hamás tienen en Maduro a un aliado estratégico que los provee de distintos recursos, así como de instalaciones estratégicas desde donde operar para expandir el terror a toda América. Y son estas fuerzas las principales interesadas en que Maduro o el chavismo permanezcan en el poder.

ELECCIONES SIN GARANTÍAS: ¿UNA TRAMPA O PARTE DEL JUEGO?

A finales del año pasado, en el marco de las Elecciones Primarias Independientes organizadas por la Plataforma Unitaria Democrática (en adelante PUD) hablé de este tema: la triunfadora en esa ocasión fue la dirigente centroliberal Maria Corina Machado, quien se convirtió en la líder de la oposición, luego de varios intentos infructíferos.

En ese momento, planteé que, con María Corina inhabilitada para postularse a cualquier proceso oficial, ella y la PUD debían calcular muy bien cada movida para poder llegar a la inscripción de un candidato unitario que pudiese obtener la mayor cantidad de votos en un proceso transparente, con garantías y observación internacional suficiente para llevarse a término de forma adecuada.

Como era de esperarse, María Corina no pudo inscribir su candidatura, por lo que la PUD recurrió a buscar candidatos que pudieran contar con el respaldo de la nueva líder y que pudiesen, sobre todo, ser inscritos ante el CNE (Consejo Nacional Electoral) dominado en su totalidad por Nicolás Maduro y el chavismo.

Inicialmente, intentaron inscribir a la profesora Corina Yoris, una reputada académica venezolana con poca experiencia en la práctica de la política, pero que gozó de pleno apoyo entre las fuerzas opositoras, incluyendo a María Corina, quien la conoce desde hace relativamente poco. Sin embargo, el régimen impidió la inscripción de la profesora Yoris como candidata por la coalición opositora, bloqueando nuevamente los intentos de la PUD de participar en las elecciones.

EDMUNDO: UN OUTSIDER PARA NADA OUTSIDER

Según reseñan varias fuentes internacionales, Edmundo González ya estaba inscrito como opción provisoria ante el CNE, cuando María Corina Machado anunció su respaldo. Posteriormente, el 20 de abril, la líder publicó un video en su cuenta de X (Twitter) con el que celebraba que la oposición ya tenía un candidato unitario que cuenta con el respaldo de todos los factores.

Aunque, pese a la idea que muchos analistas intentan posicionar de que el nuevo candidato es alguien ajeno a la política, un “outsider” digamos, la realidad es que su experiencia política se remonta a los años 90 y se intensifica durante las décadas posteriores.

Nacido en 1949, Edmundo González es un internacionalista, magíster en Relaciones Internacionales por la American University de Washington D.C., que se desempeñó como diplomático y funcionario de los Gobiernos de Carlos Andrés Pérez y Ramón José Velásquez, así como embajador de Venezuela en Argentina durante el último mandato de Rafael Caldera y el primer mandato de Hugo Chávez.

Desde los años 2000, González detenta varios cargos para la MUD (Mesa de la Unidad Democrática), agrupación predecesora de la PUD, incluyendo la presidencia de su junta directiva entre 2013 y 2015, período en el que además fue representante internacional de la misma plataforma.

¿CUÁNTO VALE EL SHOW? IRREGULARIDADES Y ATROPELLOS DEL RÉGIMEN CHAVISTA

Los procesos electorales de la era chavista (desde 1999 al presente) se han caracterizado por la disminución progresiva de garantías democráticas. Desde un número creciente de presos políticos, pasando por la falta de transparencia, la nula observación fiable de organismos internacionales y la evidencia de que el sistema de voto electrónico de Smartmatic fue hecho a medida para el chavismo, las elecciones en Venezuela hace años que dejaron de ser una opción para el cambio.

Ideología y amistad en la observación electoral

El fin de semana son las elecciones y, hasta el momento, los únicos veedores confirmados son personas cercanas a Maduro, miembros de partidos políticos de izquierda y extrema izquierda, así como militantes de organizaciones internacionales como pueden ser el Foro de São Paulo, la Internacional Socialista, entre otras.

Entre los invitados principales como observadores del proceso, amigos de Maduro, podemos contar a figuras como Ana Olivera, miembro del PCU (Partido Comunista de Uruguay) y quien otorgara las “llaves de Montevideo” a Maduro en 2013; Rodrigo Londoño, del partido social-comunista colombiano Comunes; el Centro Carter; entre otros.

Entre tanto, la misión de observación de la Unión Europea, conocida por su participación en procesos electorales en todo el mundo, no asistirá a VenezuelaLa invitación y las credenciales les fueron revocadas por el CNE por entender que las sanciones que mantienen sobre funcionarios del régimen criminal afectan al pueblo venezolano. Cabe destacar que estas sanciones se imponen de forma individual, por lo cual el único afectado es el titular de esa sanción.

En Venezuela gana quien cuenta los votos

No quedan dudas sobre qué tan fraudulentas resultan las elecciones en Venezuela, menos luego de que se denunciaran irregularidades con las máquinas y el software de votación pertenecientes a una empresa venezolana impulsada con fondos estatales.

En 2017, el CEO de Smartmaticadmitió la fragilidad de su software al momento de contrastar y respaldar los datos de las elecciones, estimando que el CNE chavista habría inyectado cerca de medio millón de votos ficticios para beneficiar a Maduro. Por este concepto, la empresa inició una demanda contra el Estado venezolano en la que se le reclamaban cerca de mil quinientos millones de dólares (USD$ 1.500M) como pago por compensaciones.

EL PRINCIPAL OBSTÁCULO PARA LA LIBERTAD: LA SED DE SANGRE

Es sumamente difícil creer que Maduro va a ceder el poder de buena voluntad si observamos con detalle cada uno de los puntos detallados anteriormente. Pero, si aún quedan dudas sobre las intenciones de Maduro para el 28 de julio y los días siguientes, basta con repasar las declaraciones que él y otros jerarcas del chavismo han brindado durante las últimas semanas.

Diosdado Cabello, segundo vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y señalado como uno de los principales nexos del chavismo con el narcotráfico, aseguró que el CNE es el organizador de las elecciones y es el único órgano habilitado para anunciar resultados. Estas declaraciones se producen luego de que la PUD sostiene que a las 6:00 de la tarde deberán estar los resultados electorales, requisito que el CNE nunca ha cumplido.

Por otra parte, el dictador Nicolás Maduro, amenazó con un “baño de sangre” si las elecciones no le resultan favorables, aun cuando el chavismo controla la totalidad de las instituciones en Venezuela. En palabras de Maduro, desde un mitin político en una barriada de Caracas, “El destino de Venezuela en el siglo XXI depende de nuestra victoria el 28 de julio. Si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre, en una guerra civil fratricida producto de los fascistas, garanticemos el más grande éxito, la más grande victoria de la historia electoral de nuestro pueblo”.

El chavismo, que controla desde principios de la década del 2000 todas las facciones de las fuerzas armadas, tiene a su disposición múltiples organismos de inteligencia, contrainteligencia, policías políticas, colectivos paramilitares y comandos de choque organizados por zonas. Esto, sin contar con el desarme progresivo de la población civil.

EN CONCLUSIÓN

Aun con altísimos niveles de rechazo entre la sociedad civil, Nicolás Maduro y el chavismo controlan absolutamente todas las instituciones venezolanas. Recientemente, las autoridades de los Estados Unidos de América revocaron las sanciones económicas individuales que pesaban sobre funcionarios de alto rango del chavismo y que les impedían mover el dinero que defraudaron al Estado venezolano, lo que les concede además una ventaja económica.

En contraparte, la oposición venezolana ha ido perdiendo aliados estratégicos en la región: la administración demócrata de Biden es conocida por su tibieza a la hora de condenar regímenes totalitarios de izquierda en la región; el próximo Gobierno de Claudia Sheinbaum en México apunta a mantener sus relaciones con el régimen chavista; BoliviaPerú, Chile y Brasil son gobernados por miembros del Foro de São Paulo que aparentan desaprobar a Maduro ante las cámaras, pero son sus socios; Uruguay posiblemente opte por su conocida neutralidad y en marzo, si vuelve la izquierda al poder, seguramente respalden a Maduro.

Regresando a las preguntas del principio, sin condiciones ni garantías para un proceso transparente, sin que Maduro esté dispuesto a entregar el poder y sin aliados internacionales capaces de velar por la libertad de Venezuela, una transición política hacia la democracia no parece probable en el contexto actual.

Víctor Márquez Cassinese
Víctor Márquez Cassinese

Apasionado por la libertad individual, cuenta con estudios en el programa de Letras de la UCAB (Universidad Católica Andrés Bello) de Caracas, y es profesional en Marketing Digital con experiencia de más de cinco (5) años en el campo de redes sociales y comunicación digital. Habiendo adquirido conocimientos en literatura, marketing de contenidos y estrategias de comunicación para redes sociales, ha forjado una carrera como redactor y creador de contenido especializado. En su faceta como columnista ha escrito para los portales digitales del Movimiento Libertario de Venezuela y México Libertario, así como en la revista Ideas de Libertad, entre otros espacios.

Este analista político venezolano se destaca por ofrecer una visión de la realidad política y social tanto de su país de origen, como de Uruguay (su país de residencia) y la región. Su compromiso va más allá de la escritura: aboga fervientemente por los derechos individuales, la propiedad privada y la soberanía personal en cada contenido que crea. Su enfoque se centra en el diálogo constructivo y la promoción de ideas que fomenten la libertad, el capitalismo de libre mercado y la prosperidad de los individuos.

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