¡Puedes ser rico sin tener dinero!

Dependiendo…

Hoy los lectores de esta columna son las personas más afortunadas del mundo, acaban de ganarse dos premios increíbles:

1) Un viaje a Hawaii todo pago y

2) !Un millón de dólares en efectivo!

Sin cargo alguno y demás, pero aclarando que todo es imaginario «todo contrato tiene letras pequeñas…» ¡Va a ser un lujo! Imagínate; montar el avión con tu maleta llena de dinero, vía al Océano Pacifico. De repente los motores de la aeronave se apagan, se rompen las alas y empiezan a caer en picada, y para hacer corto el relato, y no tan sangriento, solo sobrevives tú con la maleta del millón de dólares, llegando a una isla diminuta y completamente desierta.  En este escenario, recordando a Tom Hanks, yo te pregunto:

¿En esa isla desierta con el millón de dólares eres una persona rica y prospera?

Si tu respuesta es sí, has sido víctima del engaño de una visión limitada de lo que es la riqueza. Basado en la cantidad de ceros en una cuenta bancaria o la cantidad de billetes en tu cartera. ¡Sin darte cuenta, que estás viviendo una ilusión! La primera pregunta que tienes que hacerte: ¿De dónde viene ese dinero que mantengo en esos sitios?

La respuesta obvia que me vas a dar es: de tu trabajo, de lo que haces durante el día sacrificando tiempo, recursos y energía para poder sustentar todos tus gastos. Y es la respuesta correcta, sin duda. Nace en el proceso productivo, al generar valor en la producción de bienes y servicios. Eso va ratificando una vez más, la famosa ley de Say: “Toda oferta crea su Demanda”. Para poder acceder a bienes y servicios, primero tengo que generar algo para tener esa contraprestación y generar una demanda.

Ilusión Monetaria

Cualquiera, fácilmente me puede decir que accede a un crédito o un subsidio del Estado, ya obtiene dinero sin tener que pasar por el largo y tedioso proceso productivo. Lo que no ve mucha gente, es que ese crédito se generó no por una producción actual, sino futura. Ya que lo tengo, se tiene que amortizar el capital y pagar intereses. Y un subsidio; es tomado de los impuestos que nos cobran a todos, de nuestra producción previa.

Entonces no existe desde el punto de vista material, algo que no es creado fuera del proceso productivo. Sino fue hecho en el pasado, será en el futuro que se produce para pagar todos esos gastos. A raíz de esto entonces nos preguntamos ¿Cómo medimos la riqueza a partir de esto? Y la respuesta es muy sencilla; por la cantidad de bienes y servicios producidos, el cual está reflejado por una unidad de cuenta, que se llama el dinero. En otras palabras, se mide por la capacidad de compra que refleje esa cantidad de efectivo.

Si volvemos a nuestro ejemplo inicial. Si de la isla desierta abrimos le maleta y tratamos de usar ese dinero, como unidad de cuenta, habría que preguntarse que puede comprar en esa bendita isla. Y si lo vemos claramente, la respuesta es nada. Ya que no existe vendedores, no existen comercios, industrias y servicios que generen esos servicios. A lo sumo lo que sirve ese dinero, será para hacer una fogata en una noche fría y estrellada. Con usted en esta isla, sin nada que su cuerpo y su ingenio, tendrá que desarrollar tecnología rudimentaria para poder crear alojamiento, comida y vestido en su estadía en ese paraíso tropical. Empezaría, lo que los Economistas Mainstream llaman, una Economía de Robinson Crusoe. Sin irnos tan lejos, vemos que el dinero no es nada sino está reflejado en una cuenta real en bienes y servicios, sino no eres rico.

Políticos y falacias políticas

La mayoría de los políticos actuales no les interesa que pienses así, te incentiva completamente a gastar más de lo que ganas, y por supuesto a la maquinaria económica actual es un gran beneficio. Ya que obtienen mayores beneficios a corto plazo, por la cantidad de ventas que tiene. Eso algunos Economistas lo llaman Ilusión monetaria. En palabras del pueblo llano, es Pan para hoy y hambre para mañana.

Son aquellos que creen que, si se les da dinero, por créditos baratos, subsidios, transferencias de efectivo o bienes por haberlos obtenido a través de las agencias estatales se hacen cada vez más ricos. Si fuera el mundo así, todos fuéramos prósperos y ricos con abrir y cerrar los ojos. Es la ilusión que pensaron aquellos que iban a ser súper millonarios la mayoría que quebró en el 2008 en la Crisis Subprime, los atrevidos quebrados de 1929 en el viernes negro, y una infinidad de crisis donde pensaron que nunca iba a pasar nada malo.

Élite Keynesiana y sus inventos

Finalmente, esa raza indocta pero influyente sobremanera, que son los keynesianos (suena como una raza alienígena) nos dice que el dinero puede crecer en los árboles o más modernamente pueden ser lanzados desde helicópteros para hacernos cada vez más rico. Olvidando que sin capacidad de compra ese dinero vale tanto como la leña en una isla solitaria. Y cuando la gente se da cuenta de esto, y que su dinero no vale, los genios de la Economía nos dicen que es culpa del mercado, del capitalismo y del temido neoliberalismo. En la próxima entrega le enseñaremos que el Estado creo un mecanismo verdaderamente alucinante y falaz para hacer creer que el dinero nace de los arboles: La Banca Central y su innegable hijo diabólico llamado: Inflación.

Otman Domínguez
Otman Domínguez

Venezolano. Economista de la Universidad Católica Andrés Bello (Caracas Venezuela) especializado en Econometría y Evaluación de Proyectos para PYMES. Estudioso de la “Escuela Austriaca de Economía”. Miembro docente del Instituto Juan Calvino y locutor en la Radio Presbiteriana Reformada y candidato a Anciano Gobernante de la “IPR Pacto Eterno Chía”.

Jefe de operaciones (COO) y miembro fundador del medio digital libertario El Bastión, y miembro fundador de la Corporación PrimaEvo.

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