El libertarismo, en palabras del Dr. Alberto Benegas Lynch (h), se define como “el respeto irrestricto del proyecto de vida del otro”; siendo una frase muy profunda que parte de los tres principios fundamentales para los libertarios, los cuales son: vida, libertad y propiedad.
El proyecto libertario parte desde la concepción. La vida es un continuo que tiene principio y fin, y durante ese lapso se produce la creación, la prosperidad y el desarrollo. Sin vida, no hay necesidad de ningún otro derecho.
A partir de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la libertad hace parte primordial de ellos, no sólo desde el punto de vista físico, sino también desde lo emocional y racional. Las personas tienen derecho a tomar decisiones y posiciones, y expresarse libremente. La libertad es un bien del intelecto que debe ser cultivado para romper cadenas que frenan el desarrollo del potencial del ser humano.
El tercer derecho es a la propiedad, la cual empieza con nuestro cuerpo, y nadie lo puede violentar y nadie deberá establecer restricciones sobre lo que se desea hacer con él.
Los derechos a tener propiedad privada externa son la base del desarrollo. Sin propiedad privada se destruye el incentivo de la creación, se termina la actividad empresarial, se cercena la mente y la vida perdería la chispa que busca siempre el progreso.
LA SOCIEDAD
Cuando el hombre comenzó a vivir en sociedad, se requirió de la formación de sistemas de justicia que permitieran que la convivencia fuera posible mediante una serie de normas claras y acatadas por toda la comunidad; las personas deciden renunciar un poco a su propiedad privada mediante el pago de los impuestos, con el fin de que éste nuevo órgano se encargue de controlar que los derechos de unos no interfieran con los derechos de los otros, y así, tener determinados los límites dentro de este colectivo.
Pero, aparece un ser maligno, como lo nombra el Dr. Jesús Huerta de Soto: el Estado, y comienza a tomarse atribuciones para las cuales no fue creado, asumiendo que debe interferir en todos los aspectos de la vida de los ciudadanos. A la postre, el mundo se transforma y se divide en dos grandes tendencias de gobierno que tenemos hoy en día: el capitalismo y el socialismo.
No existe ningún país 100% capitalista, ni 100% socialista, sino que se vive en una serie de matices. Esto debido a la disposición de los Girondinos y los Jacobinos en la Asamblea Nacional durante los hechos de la Revolución Francesa, y que diera lugar a lo que hoy se conocen como Derecha e Izquierda; la Derecha mira hacia el capitalismo y la Izquierda mira hacia el socialismo/comunismo.
Es allí donde debemos echar un vistazo a los valores de cada una de las corrientes para analizar en qué lado del espectro se encuadra el libertario con su férrea defensa de los tres derechos fundamentales del hombre: vida, libertad y propiedad.
EL CAPITALISMO
Aunque no tiene un nacimiento específico, se tiene como padre fundador intelectual a Adam Smith en su obra La riqueza de las naciones; donde menciona las relaciones productivas dentro de las sociedades. También se puede mencionar a John Locke con su obra Dos tratados sobre el gobierno civil; donde están expuestos los principios que servirán para identificar al capitalismo y cómo se expresa en las relaciones entre los individuos por medio de sus propiedades privadas, siendo de esta forma, su base fundamental.
El libre mercado se ejerce cuando los actores de los acuerdos son propietarios de sus bienes o servicios. Es allí, donde sin restricción alguna, realizan un intercambio de propiedad, y por ello, ambas partes salen beneficiadas. Igualmente expresa el libro de Locke, que los contratos son libres, así que podemos extenderlo a que los contratos se realizan entre personas libres.
Basados en esto, dentro del capitalismo se concentran claramente los tres principios de los libertarios; para que exista un contrato entre personas, éstas deben vivir, ser libres y ser propietarias.
EL COMUNISMO
El padre del socialismo actual es Karl Marx, quién en compañía de Friedrich Engels, escriben un libro llamado Manifiesto del Partido Comunista (muchas veces llamado simplemente el Manifiesto comunista), en donde explican cuáles son los diez pasos que se deben dar dentro del socialismo para la creación de un “hombre nuevo” y así llegar al comunismo.
Los diez pasos son: 1) Abolición de la propiedad privada, 2) Impuestos fuertemente progresivos, 3) Abolición de Derechos a la Herencia, 4) Confiscación de propiedad a emigrantes, 5) Centralización del crédito, 6) Centralización de los medios de comunicación y transporte, 7) Expansión de empresas estatales, 8) Distribución igualitaria del trabajo, 9) Combinar agricultura con industrias manufactureras, y 10) Educación gratis combinada con producción industrial.
Analizando los diez puntos, se nota que todos son contrarios a las ideas libertarias. En el punto uno, no existe la propiedad privada; en el punto dos, se castiga a los más capaces y talentosos; en el punto tres, se prohíbe a los padres dejarles a sus hijos su último regalo; en el punto cuatro, se encarcela a las personas y se les obliga a quedarse en un lugar en contra de su voluntad; en el punto cinco, se exige a contraer deuda sólo con el Estado, destruyendo asimismo, toda iniciativa de inversión; en el punto seis, el Estado te dice que debes escuchar y hacia donde puedes ir; en el punto siete, el Estado se vuelve imprescindible para la vida; en el punto 8, no hay libertad en trabajar en lo que deseas; en el punto 9, el Estado quiere controlar el mercado; y en el punto diez, también quiere que hasta los niños trabajen.
CONCLUSIÓN
En socialismo/comunismo no existe ninguno de los pilares de los libertarios. En cambio, en el capitalismo, prácticamente son iguales los fundamentos.
Así queda claro que, los libertarios no podemos ser de Izquierda, pues es un error desde el punto de vista conceptual y fundacional. Por el contrario, la Derecha es muy afín a los pensamientos que nos brindaron los libertarios más importantes, comenzando con Jesucristo, pero ese es otro aspecto que se tratará posteriormente.
Sobre el autor:
Este articulo fue escrito por Carlos Andrés Echavarría Blandón: Ingeniero Civil de la Universidad Nacional de Colombia y Especialista en Gestión para el Desarrollo Empresarial de la Universidad Santo Tomás. Empresario y asesor de diversas compañías nacionales; con experiencia en administración y desarrollo de las instituciones.
De tendencia libertaria minarquista, influenciado por la Escuela Austriaca de Economía. Apasionado por la historia, y que considera que el crecimiento de las naciones se basa en la libertad individual y el ahorro que impulsa el proceso creativo de las personas; permitiendo un bienestar general.
Detractor de las doctrinas que restringen las libertades individuales y opositor de los Estados que quieren intervenir en todos los aspectos de los seres humanos por fuera de sus únicas dos responsabilidades: seguridad y justicia. Desea transmitir las bondades del capitalismo sobre cualquier otra ideología planteada hasta la fecha, donde el mercado libre ha sido la verdadera máquina diseñada para sacar personas de la pobreza.
Puedes seguirlo en: