¿ENTREGAR PESCADOS? O ¿ENSEÑAR A PESCAR?

Para una sociedad como la colombiana en pleno siglo XXI es primordial entender el valor y la importancia que generan el libre mercado y, en especial, la empresa privada, la cual es ese eje que le da vida a un país, y que a su vez le permite desarrollarse por medio de la generación de riqueza, logrando así, reducir los niveles de pobreza que tanto pueden atormentarlo y escandalizarlo. Cabe destacar que esto es fundamental, ya que las distintas políticas que se han ido implementando a lo largo de la historia reciente en Colombia denotan un claro ejemplo de ese Estado paternalista que propició el Estado Social de Derecho, donde abundan las medidas asistencialistas que, combinadas con un toque de populismo, los gobiernos usan para vanagloriarse a sí mismos y hacerse ver como los héroes que erradican la pobreza entregándonos subsidios gratis, sin una distinción más allá del estrato socioeconómico –y sin mérito alguno, en determinados casos– a quienes clasifican como pobres, a pesar de que muchos de ellos se encuentren en aptas condiciones para trabajar.

ESTADO PATERNALISTA ¿UN BENEFICIO O UN PERJUICIO?

Ahora bien, este tipo de políticas mencionadas anteriormente, son muy perjudiciales para todos y cada uno de los colombianos, debido a que se ha gestado una cultura o una sociedad acostumbrada a depender del Estado; se preguntarán ¿Qué implica esto y por qué es tan perjudicial? Tal perjuicio se traduce en que hay personas que van a querer vivir gratis a costa de los demás –a costa del Estado y, por ende, de todos y cada uno de los particulares– peor aún, sucede que tales personas una vez prueban las mieles del Estado (subsidios) van a querer seguir extrayendo de estas cada vez más y a como dé lugar, lo cual repercute en gran medida en el conglomerado social. Papá Estado pretenderá amparar a un gran número de beneficiarios dentro de sus programas sociales de subsidios gratis: personas que en su mayoría se encuentran en considerables niveles de pobreza y que se conforman con este dinero que se les entrega, acostumbrándose a vivir con ello y despreocupándose por mejorar sus condiciones de vida o por buscar un empleo, mucho menos por emprender o crear empresa.

¿Los subsidios caen del cielo?

Tal cual como se ha mencionado con anterioridad, el subsidio se desarrolla y se mantiene para personas que viven, parcial o totalmente del Estado, por lo que es pertinente preguntarse: ¿De dónde sale el dinero para financiar tantos programas sociales y asistenciales y entregar los subsidios? Y bien, encontramos una respuesta muy sencilla: dicho dinero sale de todos y cada uno de los colombianos y de aquellas personas que habitan en nuestro territorio, principalmente, de los contribuyentes y las empresas privadas, quienes son los que aportan en mayor medida al financiamiento del Estado mediante el pago de distintos impuestos y tributos que carcomen nuestra economía, lo que hace cada vez más difícil el sostenimiento y la creación de más empresas.

Por lo tanto, este círculo vicioso resulta ser un tanto peligroso puesto que, por un lado, vuelve conformistas y dependientes a estas personas que se acostumbran a recibir los subsidios; por otro lado, succiona de manera obligatoria ese dinero que se gana muy bien ganado por los contribuyentes y las empresas privadas. A raíz de esto es que se debe cambiar la mentalidad Estado-dependiente y acabar de tajo con toda política paternalista, como lo es la entrega de subsidios que se otorgan de manera gratuita a personas aptas y en condiciones de trabajar, y empezar a promover el emprendimiento y la creación de empresa privada en Colombia, en aras de que así se tenga un país rico en innovación. En el mismo orden de ideas es válido destacar que al crear y expandir el sector empresarial privado aumenta el número de empleos, lo cual conducirá a una mejora en la economía de los colombianos, y a su vez, a un aumento significativo en las condiciones de la calidad de vida de estos.

UNA COLOMBIA MÁS EMPRESARIAL

Para que la creación y expansión de la empresa privada en Colombia se desarrolle de una mejor manera, debe garantizase la coordinación social y despertar en la sociedad colombiana la tan importante función empresarial, por lo que también debe prevalecer una economía de libre mercado que evite al máximo la intervención estatal en materia económica, pues esta injerencia termina restringiendo el libre ejercicio de la empresarialidad, provocando así, desviaciones en esa red de transmisión de información que se necesita para la adecuada coordinación social entre el empresario, el cual se debe encargar de identificar las necesidades de los consumidores con el propósito de satisfacerlas y obtener su recompensa por ello (esto es a lo que se le denomina utilidades), y todas aquellas personas que buscan mejorar sus condiciones adquiriendo bienes o servicios de las distintas empresas que puedan haber en el país; dicha relación permite que el empresario siempre busque atender las demandas de los individuos, pues gracias a estas obtendrá ganancias, y en caso de no satisfacer los requerimientos de los demás incurrirá, ya sea en el cierre de su empresa, u obligándose a realizar un mejor cálculo de las necesidades que presentan los individuos en determinado momento.

El problema de las desviaciones provocadas por el Estado al momento en que interviene en dichas relaciones son las principales causas de los errores en el cálculo económico de los distintos agentes en el mercado y que, por ende, nubla la vista al momento de identificar oportunidades de negocios, terminando por impedir la satisfacción de necesidades por parte del sector privado, acabando con la competencia y favoreciendo un aumento en los niveles de pobreza de la sociedad, y de manera conjunta, empeorando la calidad de vida en la misma. Así que se debe dejar de entregar subsidios gratis y empezar a promover la creación y expansión de empresas privadas que compitan entre sí para que todos y cada uno de los individuos puedan tener distintas opciones y elegir la que mejor les parezca para satisfacer sus necesidades.

Piensen qué es mejor ¿Entregar pescados a las personas? O ¿Enseñarles a pescar?

SOBRE EL AUTOR:

Omar Hernández Mercado: Estudiante de Derecho en la Universidad Libre (Colombia) y coordinador local de Students For Liberty Colombia.

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