El año 2022 es crucial: hay expectativa de cambio de modelo económico por los movimientos políticos que puntean en las encuestas de cara a las elecciones presidenciales de este año. Pero más allá de ideas y filosofía, revisemos la expectativa de crecimiento económico para el país y el impacto que debería tener el reporte Misión de Empleo 2020 – 2021.
¿QUÉ SE ESPERA DE LA ECONOMÍA COLOMBIANA?
Más allá de qué corriente política lidere en la Casa de Nariño a partir del 7 de agosto de 2022, el crecimiento económico nacional dependerá de un Gobierno que respete la institucionalidad y promueva una serie de cambios tributarios, fiscales y laborales que conviertan al país en un imán de inversión extranjera directa más allá de la minería.
Ahora bien, muchos especialistas en la materia coindicen que estamos ante la llegada de un ciclo económico favorable para las materias primas, lo cual necesariamente reactiva la economía nacional. Primero revisemos brevemente una definición de ciclo económico del Banco BBVA (enlace AQUÍ):
Con base a ello, la OCDE fija una tasa de crecimiento del 5,5% para este año, cifra que es superior a la estimada para países líderes de la región como Brasil, México, Argentina, Chile, tal como expuso el diario Portafolio (fuente AQUÍ).
Hay que recalcar que el rebote de la economía después de la contracción de 2020 es destacado: para el año anterior la cifra de 9,5% fue la muestra que el país va en camino a recuperar niveles pre-pandemia, luego se genera la duda sobre qué tanto habría crecido el país de no haberse producido la crisis económica tras las protestas de abril y mayo de 2021.
La OCDE (enlace AQUÍ) en el mismo informe acerca del crecimiento colombiano, subraya el favorecimiento del entrante ciclo alcista en el precio de las materias primas, pero hace un llamado de atención a una economía no minera muy endeble.
MISIÓN DE EMPLEO 2020 – 2021
Posterior al anuncio del aumento de salario mínimo para este año, salió un informe denominado Misión de Empleo 2020 – 2021. En ese documento, de carácter institucional, se consignaron los resultados de un estudio sobre el panorama laboral colombiano y qué condiciones del sistema a favor de los trabajadores no se estaban cumpliendo.
Concretamente, se tiene un sistema laboral que no responde en nada a las necesidades del mercado: las cifras de desempleo y alta informalidad son la muestra de ello. Diario Portafolio (fuente AQUÍ) expone:
La cifra es un verdadero escándalo dado que, si nos referimos a puestos de trabajo producidos por el sector privado, la contracción fue notoria; el Estado colombiano no ha dejado de crear puestos de trabajo desde hace más de una década y esos puestos de trabajo no se perdieron con la crisis económica de 2020.
Y si nos referimos a la informalidad, el panorama no es mejor. Forbes Colombia (enlace AQUÍ) toma el siguiente fragmento del informe:
El informe (fuente AQUÍ) resalta como principal preocupación la baja cobertura del sistema de seguridad social, lo cual, recarga el régimen contributivo en salud, crea un problema a futuro con la vejez de esta población trabajador y, además, genera un riesgo ante las contingencias que devienen por la actividad laboral.
Es posible concluir que tenemos un sistema laboral garantista con una serie de prestaciones que son imposibles de cumplir para el grueso de las pymes colombianas debido a su baja productividad y que esto afecta lo fundamental: cada trabajador afiliado al piso de protección social.
Tras la lectura del informe y muchas posturas de portales especializados, de las cuales destacamos una columna del portal Valora Analitik (enlace AQUÍ), rápidamente nos podemos preguntar: ¿qué impacto positivo tiene un aumento del salario mínimo alejado de la inflación y el aumento de la productividad?, dado que el beneficio recae prontamente en el aumento de las tasas de servicios gubernamentales, los aportes a la seguridad social van dirigidos a solo un 30 o 40% de los laburantes.
PALABRAS FINALES
Tenemos un ciclo económico optimista, donde la inversión en proyectos minero-energéticos favorecerán la creación de puestos de trabajo en infraestructura vial y similares ¡El reto está en reindustrializar el país! Con ello es clave un sistema tributario con tarifas planas que nos ubiquen dentro del mapa mundial de lugares para invertir, y sobre todo, un régimen laboral que responda a las dinámicas actuales de los mercados, dado que el actual imposibilita la formalización de las pymes y es poco atractivo para los grandes capitales.