Todo nacer implica una ruptura,
a veces.
Hay que abrazar la herida,
y a su vez,
la luz que trae consigo.
Aprender de la desnudez del desgarro
de la revelación que encierra en sí misma.
Todo nacer implica una ruptura,
a veces.
Hay que abrazar la herida,
y a su vez,
la luz que trae consigo.
Aprender de la desnudez del desgarro
de la revelación que encierra en sí misma.