El terrorismo no es un nuevo fenómeno en la humanidad. Desde el año 69 después de Cristo, surgieron los primeros actos de terror de los que se tenga registro, en los cuales, una secta religiosa conocida como la banda de Los Sicarri actuó en Palestina en contra de la administración romana en medio de la lucha de Los Zelotes –movimiento político nacionalista–. A la postre, en la década de los 50’s, se le denominó a este tipo de actos de horror como acciones terroristas, haciendo referencia en ese entonces al flagelo de la guerra entre Israel y Palestina.
Este tipo de ataques infames a la humanidad no únicamente han sido ejecutados por grupos terroristas ilegales, sino también en menor proporción por gobiernos, como lo demuestran los hechos en las hermanas Coreas, que en medio de la Guerra Fría, delinearon sus fronteras de separación. Posteriormente, hubo una serie de actos terroristas por parte de agentes de Corea del Norte hacia Corea del Sur, en los que se resaltan por su crueldad: la explosión de un artefacto en Rangún (Corea del Sur, 1983) y el atentado bomba a un avión surcoreano de la aerolínea Korean Air (1987).
PRIMER INTENTO DE SOLUCIÓN DEL DERECHO INTERNACIONAL
En 1945, después del nacimiento de la ONU, ese mismo año nace la Carta de las Naciones Unidas en San Francisco, la cual presta suma atención a determinar la existencia de amenazas a la paz mundial, disponiendo de medidas tales como la interrupción económica, bloqueo de comunicaciones marítimas, aéreas, postales e incluso, la ruptura de relaciones diplomáticas para aquellos Estados que participen o encubran a grupos terroristas. Todas estas acciones, ya han sido aplicadas con éxito hacia Estados colaboradores del terrorismo, pero sin importar, el terrorismo se ha recrudecido, e incluso, ha incrementado el irrespeto de las soberanías de unos Estados hacia otros. El mundo y el derecho internacional siguen tímidos ante la lucha contra el terror, y no hay una verdadera aplicación de sanciones capaces de frenar una historia necia que se repite una y otra vez.
Es así como a pesar de las sanciones contempladas en el Derecho Internacional ante el Terrorismo Globalizado, surge en cualquier parte del mundo las siguientes incógnitas: ¿Pero entonces, cómo hay terrorismo? ¿Cómo se origina y como nunca hay un fin?
Las respuestas a estos interrogantes las daremos en una segunda parte, donde haremos un recuento por los principales factores causantes del terrorismo: i) aspectos psicológicos, ii) malas políticas públicas por gobiernos de turno, y iii) el Estado.
Nota
Este articulo fue escrito por Juan David Solarte: estudiante de derecho en la Universidad Libre (Cali), y miembro del Semillero de Investigación de Conflicto, Derechos Humanos y Cultura de Paz.
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