Cada día se encuentra más cerca la posibilidad de que el pueblo colombiano pueda elegir a su mandatario por un nuevo período de cuatro años. Mandatario, que con el pasar de los días y los acontecimientos desarrollados en el país, deberá adaptarse a la variación de necesidades que puedan determinar un perfil dado que afronte con efectividad, honra, humanidad y pantalones el dirigir en el futuro un país sometido por la violencia, el narcotráfico, la corrupción y los crecientes índices de pobreza a raíz del COVID-19.
En la canasta de los candidatos las cosas muy poco se han movido. Cabe resaltar que Germán Vargas Lleras, aventó al aire la frase de “Busquen otro marrano” y descartó su candidatura en la competencia electoral del 2022; esto entendiendo que quizás el líder natural del partido político Cambio Radical pueda ser una figura fuerte en la contienda electoral.
Al momento, a diez meses de las elecciones presidenciales, se cuenta con cerca de 43 precandidatos que aspiran y han puesto en consideración su nombre, su experiencia y su hoja de vida para llegar a la Casa de Nariño. Son casi cincuenta los precandidatos que, hasta el momento, pretenden obtener el cargo, pero… cabe analizar de qué forma y cómo han afectado o impulsado algunas de las circunstancias de nuestro contexto actual a ciertos aspirantes en su imagen ante el país.
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EL PARO NACIONAL DEL 28A
El Paro Nacional del 28 de abril convocado por maestros, estudiantes universitarios, diferentes sindicatos y el pueblo en general, ha dejado varios sin sabores a nivel electoral: Por un lado, la intención de voto hacia Gustavo Petro Urrego se vio perjudicada en 4 puntos, puesto que antes del mismo, el exalcalde mayor de Bogotá contaba con 25% de los puntos, es decir, luego de todos los sucesos que enmarcaron las marchas a nivel nacional, su resultado en las encuestas cayó y fue del 21%. A pesar de que Petro sigue punteando en las encuestas, es evidente el daño causado en el público en general por parte de las marchas que se desbordaron de su buen lineamiento pacífico para convertirse en protestas que más que unir y construir, sólo pretendían destruir, y que, además, le fueron atribuidas al nombre del senador de Colombia Humana debido a los diversos comentarios que este realizaba sobre las mismas.
La encuesta tomada del Centro Nacional de Consultoría deja un claro panorama y es que tanto los candidatos como los ciudadanos de a pie deberemos enfrentar esa elevada intención de voto en blanco que, según la muestra tomada, es del 26%. Es así como, hasta el momento, la intención en el voto en blanco es mayor ante cualquier candidato y a esto hay que añadir que en la misma encuesta el 24% de los consultados afirmó que no votaría por ninguno de los aspirantes al cargo que hay en el momento, convirtiendo esto en un claro brillar de la ciudadanía hacia el inconformismo por la carencia de nuevos aspirantes fuertes.
LAS SOMBRAS
Al interior de cada campaña y/o coalición para la presidencia habrá aquella sombra detrás del aspirante que representa una afectación a la figura del candidato; esta sombra podrá estar representada en una persona, un partido político o aquellas figuras del pasado que jamás se alejan y siempre salen a relucir. Un claro y el más reciente ejemplo de ello es cómo la sombra de Gustavo Bolívar a la espalda de Gustavo Petro puede perjudicar la candidatura de este último. Hay que tomar en cuenta que justo el día de la instalación del último año de sesiones en el Congreso de la República de Colombia es donde se elije la mesa directiva del mismo. El voto en blanco de la democracia destruyó enormemente la aspiración de Bolívar de ser electo como segundo vicepresidente del senado donde los 66 votos en blanco estuvieron justificados, según lo dieron a entender algunos de sus compañeros congresistas, en la posición un tanto discutible que había tomado ante el Paro Nacional y por la forma despectiva en cómo se dirigía a sus compañeros de trabajo dentro y fuera del recinto, hechos que le pasaron factura y que, por supuesto, provocaron que Gustavo explotara de furia.
De seguir así, ¿La imagen negativa de Gustavo Bolívar podría afectar significativamente la candidatura de su tocayo, Gustavo Petro? Sólo las acciones de este en el tiempo de campaña lo agudizarán y los resultados finales de las urnas nos lo dirán.
LA DEUDA CON CALI
Con más de 50 años de historia, Almacenes La 14 es una empresa insignia de los caleños: una ferretería y un supermercado que marcaban la diferencia a la hora de comprar en Cali.
No hay que dejar de lado que La 14 daba cerca de COP$ 130 mil millones a impuestos y genera aproximadamente 5.500 empleos directos e indirectos. Es por lo anterior, que luego de que hace unas semanas le diera la vuelta a Cali la noticia de que Almacenes La 14 le solicitó a la Superintendencia de Sociedades su liquidación por crisis financiera, el gobierno nacional no se hizo esperar e invitó al gerente de la empresa a entablar un diálogo con el fin de buscar posibles salidas a la crisis y así permitir su continuidad en el funcionamiento de esta y mantener sus empleados en la ciudad.
La opción de salvar a Almacenes La 14, y teniendo en cuenta lo que significaría esto para pueblo caleño, lo quieran o no, puede representar un impulso político en la región con vistas a las elecciones presidenciales, si se tiene en cuenta el olvido que sufrió la sucursal del cielo en medio del Paro Nacional.
FINALMENTE
Al cumplir poco más de tres meses de marchas a nivel nacional, las posturas tomadas frente al Paro, la salvación de empresas –como La 14–, la reapertura económica, la lucha contra la pobreza, el suministro de vacunas y todo el contexto nacional vivido tiende a ser una herramienta muy similar al conocido juego de mesa indio de las escaleras y las serpientes, en donde para algunos precandidatos presidenciales puede significar el elevar su imagen como en las escaleras o, por el contario, los hará descender de forma abrupta como las serpientes.